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Buenos Aires a los veintiocho días de septiembre del 2023

ella cree que su casa es pequeña
y la habitan cuatro gigantes
ella cree que su casa es pequeña
y caben sueños
para todas las noches del universo
¡pequeña!
Edith Galarza
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Buenos Aires a los veintiocho días de septiembre del 2023
ella cree que su casa es pequeña
y la habitan cuatro gigantes
ella cree que su casa es pequeña
y caben sueños
para todas las noches del universo
¡pequeña!
Edith Galarza
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Anoche en la terraza
sellamos un pacto de vida entre medianeras
el cielo atravesado por cables de tensión
nudos salvajes tejidos en red
que flotan en el universo
como nosotros en lo alto de la casa
acostados boca arriba
sucediendo en simultáneo con un barrio
que ignora que existimos
pero de alguna forma somos parte de esa atmósfera
nos acostumbramos muy rápido a lo que nos fue dado
el trabajo que hicimos para habitar es un recuerdo
y como si viviéramos la vida en rosa,
como si esa noche fueran largas vacaciones
y nunca más debiéramos bajar las escaleras
sentimos el aroma de la enredadera
nos dejamos llevar por esa manera
de crecer desprolija en el muro
por esa urgencia que tiene el verano
para duplicar sus hojas y extenderlas sobre la superficie
conectamos con esa forma de ser
para volvernos la copia de la copia.
Mariana Suozzo
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Buenos Aires a los veintiún días de septiembre del 2023
Moon, tell me if I could
Send up my heart to you
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Buenos Aires a los veintiún días de septiembre del 2023
Moni Munilla
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Buenos Aires a los veintiún días de septiembre del 2023
Para cazar insectos y aderezarlos, mi abuela era especial.
Les mantenía la vida por mayor deleite y mayor asombro de los clientes o convidados.
A la noche, íbamos a las mesitas del jardín con platitos y saleros.
En torno, estaban los rosales; las rosas únicas, inmóviles y nevadas.
Se oía el run run de los insectos, debidamente atados y mareados.
Los clientes llegaban como escondiéndose.
Algunos pedían luciérnagas, que era lo más caro. Aquellas luces. Otros, mariposas gruesas, color crema, con una hoja de menta y un minúsculo caracolillo.
Y recuerdo cuando servimos a aquella gran mariposa negra, que parecía de terciopelo, que parecía una mujer.
Marosa do Giorgio
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Buenos Aires a los veintiún días de septiembre del 2023
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Buenos Aires a los diecinueve días de septiembre del 2023
debí advertirte que soy débil
que no me queda un hueso sin fractura
un hueco sin sentido
un beso intacto?
no ves que soy lisiada
que el tajo me recorre la garganta
los cabellos se parten
y las mariposas de mis omóplatos
perdieron los colores en el polvo?
debí advertirte que soy frágil
que una palabra puede disolverme
y un mal recuerdo fisurarme
no ves lo roto de mis gestos
la voz gastada
los ojos malheridos?
cómo creíste que iba a soportarlo?
yo tampoco sabía que eras ciego.
Laura Yasan
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Buenos Aires a los diecinueve días de septiembre del 2023
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Buenos Aires a los diecinueve días de septiembre del 2023
sienten crecer su amor por esa mujer intensa,
tan sola, que vivirá siempre detrás de una ventana
de joven escribí
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Buenos Aires a los trece días de septiembre del 2023
Qué es la vida sino detalles.
Cerrar las ventanas por la noche.
Aguardar que las manzanas asadas
te cobijen.
Observar en el verde
lo frondoso que ha crecido el ficus.
Comprobarle a la casa sus sueños.
Leer en su texto indeleble
la certeza tallada con el corazón.
Como si de pronto un druida
se hubiera hecho cargo
del mundo y su peso
sentirse
de tanto en tanto
a salvo.
Sandra Cornejo
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Buenos Aires a los once días de septiembre del 2023
Una mujer sola frente al mar
es más majestuosa que él.
Puede pasar una gaviota
augurando la muerte
o puede caer el sol humedeciendo
las lonas de las carpas
hasta apagarlas
pero una mujer
frente al mar
mece su soledad como una dueña
y no se estremece.
La luz
del mar tiene la importancia
y el movimiento de su ánimo, de su alma.
El viento suena alrededor
de la mujer
y la despierta
ahora se trata de la playa sin luz, una mujer,
el sol caído, el sonido del mar,
carpas levantadas,
el viento que lo da vuelta todo.
Irene Gruss
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Buenos Aires a los diez días de septiembre del 2023
me matan
me entierran
pero mi alma sigue viva
Delfina Goldaracena
. Delfina Goldaracena . Buenos Aires . Argentina . 1990 . 2006
..... Imagen . Hana Katoba
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Buenos Aires a los diez días de septiembre del 2023
Fernanda López
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Buenos Aires a los diez días de septiembre del 2023
no hay abismos en los ojos
una, simplemente cae,
a mi no es necesario ponerme a prueba
no soy de las que lamen
soy de las que comen y tragan
yo no hablo, me quejo
yo no zozobro, me ahogo
yo no consuelo, olvido
yo no me calmo, acaricio
yo no miro, invado
yo no beso, atrapo
yo no excito, congelo
yo no toco, entro
yo no acabo, me parto en dos
yo no traiciono, observo
yo no odio, alimento
yo no deseo, vienen por mi
yo no me escapo, peregrino
yo soy cordillera, siempre estoy
Ivonne Coñuecar
. Ivonne Coñuecar . Coyhaique . Chile . 1980
.. Imagen . Aëla Labbé
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Buenos Aires a los diez días de septiembre del 2023
Encontré refugio en las cuevas del bosque,
las llené de sartenes, figuras, estantes,
armarios, sedas, un sinfín de objetos;
les serví la cena a los gusanos y a los elfos:
lloriqueé un poco, acomodé cada cosa.
A una mujer así nadie la entiende.
Yo fui una de esas.
Viajé en tu carreta, con vos al mando, y agité
los brazos desnudos al pasar por cada pueblo,
aprendí las últimas rutas brillantes, sobreviví
a tus llamas que aún muerden mi muslo
y mis costillas se quiebran donde giran tus ruedas.
A una mujer así no le da vergüenza morirse.
Yo fui una de esas.
I have gone out, a possessed witch,
haunting the black air, braver at night;
dreaming evil, I have done my hitch
over the plain houses, light by light:
lonely thing, twelve-fingered, out of mind.
A woman like that is not a woman, quite.
I have been her kind.
I have found the warm caves in the woods,
filled them with skillets, carvings, shelves,
closets, silks, innumerable goods;
fixed the suppers for the worms and the elves:
whining, rearranging the disaligned.
A woman like that is misunderstood.
I have been her kind.
I have ridden in your cart, driver,
waved my nude arms at villages going by,
learning the last bright routes, survivor
where your flames still bite my thigh
and my ribs crack where your wheels wind.
A woman like that is not ashamed to die.
I have been her kind.
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Buenos Aires a los diez días de septiembre del 2023
Mario Reviglione
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Buenos Aires a los diez días de septiembre del 2023
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Buenos Aires a los dos días de septiembre del 2023
Esta noche voy a dormir sola
entre las cobijas de la pulcritud.
La soledad
es la primera medida higiénica.
La soledad
hará que la habitación sea más amplia
abriré la ventana
y entrará el vasto, helado aire,
saludable como una tragedia.
Entrarán pensamientos humanos
y humanas inquietudes,
la desdicha de otros, la santidad de otros.
Conversarán en voz baja y firme.
No vengas nunca más.
Soy un animal
muy raro.
Our embrace lasted too long.
We loved right down to the bone.
I hear the bones grind, I see
our two skeletons.
Now I am waiting
till you leave, till
the clatter of your shoes
is heard no more. Now, silence.
Anna Świrszczyńska
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Te vi llegar
por el camino que viene del mar
y desaparece detrás de las colinas.
Lo recorríamos juntas, una vez.
No has cambiado: tan sólo
el cuerpo que se encoge,
como el mío.
Prietas somos, pero leves
como piedras de lava.
Hay lugar para las dos.
Para dormir
a mí me basta esta silla.
Tú que vienes de lejos
toma la cama
quién sabe desde cuándo que no duermes
sobre el jergón de hojas,
pero pronto te acostumbrarás de nuevo
al ligero crujido.
Yo no duermo más en él:
me recuerda demasiado al viento
entre los pastos secos
y los rostros de las compañeras retornan a la mente
- yo ya no quiero recordar.
Nosotras debemos estar listas
como viajeros
que parten libres de equipaje:
ya el cuerpo es demasiado lastre.
Te digo
que como tú has cumplido
un camino para mí desconocido
allá en el mundo donde estabas,
así he cumplido el mío, subterráneo
como el alma del torrente de verano
sólo visible por la hierba verde
que señala su oculto recorrido
para los ojos de quien sabe ver.
Y como tú has dejado de amar
las imágenes y las palabras vanas,
así yo me he alejado
de los huecos recuerdos,
de todo lo que es apariencia
y se mueve en el viento
con un frío rumor de cáscaras vacías.
(Hablando
apoyaba las palmas
una al lado de la otra
en las rodillas
como las manos en plegaria de una estatua
cortadas por el tiempo,
yertas sobre el vestido oscuro
como sobre la tierra).
Y aunque no hables
yo leo el resplandor en tu mirada
de lo que has visto
- llamas que brillan como en un incendio
sobre los vidrios de los ventanales:
has ardido en ese fuego
y quizás ardes todavía -
pero de ti solamente se consume
lo que está destinado a perecer.
Tierra adentro, tal vez, lejos del mar
y del fragor abrupto de los trenes
existan almas iguales a las nuestras
en secreto,
preparándose para morir.
También nosotras hemos llegado al fin
y a mí partir no me entristece
- aunque casi reseco
y casi sin necesidad de nutrirse
como un tronco que bebe y se contenta
con la humedad profunda del terreno,
este cuerpo me pesa demasiado".
(Pero al verla moverse, levantándose
para llenar los vasos de agua
me pareció su cuerpo
poroso y liviano
como si lo atravesara el aire.
Los gritos de los pájaros nocturnos
envolvían la casa
en la espiral creciente
de una impalpable red).
"He vuelto para morir",
dije entonces.
(Detrás de la casa, el viento de la noche
había trazado sobre el cielo luminosos surcos).
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Mi mano te busca
cuando abro los ojos por las mañanas
días nuevos me aplastan
días nuevos me sostienen.
Después voy a la cocina y te odio
me siento intoxicada
ciega de ver con el hígado.
Nada nuevo tiene lugar
en este cuerpo atravesado por tu lanza.
Mi costado izquierdo te nombra
el derecho te reclama.
Llega la noche
y me acerco a otro día sin vos
lejos voy quedando de nosotros.
Y siento alivio.
Nadia Sapag
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Buenos Aires a los veinticinco días de agosto del 2023
La primera mañana de mi vida
la avispa vino a mi boca.
Entonces sentí las pieles
retorcerse en mi estómago.
Sentí mi rostro
establecerse en mis ojos
pegarse a mi lengua,
aferrarse a mis dientes.
Sentí los cabellos
amarrarse a mi cráneo;
entonces cubrí y recubrí la forma
de mí misma.
Entonces
sentí los arbustos en mi vientre
zorros en mis pechos,
pulpos en mi cuello
ortigas y gravilla.
Sentí el volcán.
Sentí entonces
las espinas y las zarzas.
Sentí el bosque.
Las praderas de mi vientre.
Entonces me senté
y la noche vino sobre mí
y me cayó de frente
y me rompió los ojos.
Entonces me acosté
y la noche no quiso decir nada.
Le premier matin de ma vie,
la guêpe est venue dans ma bouche.
Alors,
j’ai senti les peaux
se tordre sur mon ventre.
J’ai senti ma figure
se fixer à mes yeux,
se coller à ma langue,
s’accrocher à mes dents.
Alors,
j’ai senti les cheveux
s’attacher sur mon crâne,
j’ai couvert, recouvert, la forma
de moi-même.
Alors,
j’ai senti les buissons
dans mon ventre,
les renards dans mes seins,
les pieuvres dans mon cou,
les orties,
les graviers.
J’ai senti le volcan.
Alors,
j’ai senti les épines
et les ronces.
J’ai senti la forêt.
Les prairies de mon ventre.
Alors,
je me suis assise
et la nuit est venue sur moi.
Et la nuit m’est venue de face.
Et la nuit m’a cassé les yeux.
Alors,
je me suis couchée
et la nuit n’a rien voulu dire.
Laura Vazquez
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Buenos Aires a los veintitrés días de agosto del 2023
Roxana Molinelli
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Buenos Aires a los veintitrés días de agosto del 2023
¿De qué te hablaba esa mujer
Ioana Katsigianni
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Hay que saber
perderlo todo, incluso a sí mismo,
y aún el recuerdo de sí, hay que
quitarse del lugar, salir del tiempo,
arrancarse los andrajos,
mudar las seis membranas, aceptar
que la séptima se pudra con el grano,
que el agua del río todo lo recubra,
que el sol seque esa agua,
que el viento del desierto desdibuje
su huella sobre la arena.
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Buenos Aires a los veintiún días de agosto del 2023
vendrás otra vez
como el primer día
a sabotear con ojos perversos la estatura
del silencio
a profanar el vuelo de las rosas
reflejadas en el agua de un estero
el sol cautivo en latitudes
los círculos del cóndor
el eco de un rezo que se esparce
en la montaña
vendrás otra vez y la lluvia
aún no habrá caído.
María del Rosario Andrada
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Buenos Aires a los veintiún días de agosto del 2023
Desde el patio de casa todavía se ven las estrellas
no me gusta acostarme en la reposera porque me da una nostalgia horrible
no porque están desteñidas y yo ahora me hago la finoli como decís vos
Siento adentro como un vidrio finito, cristalino
y yo controlo la presión de aire para no quebrarlo
y quedo super erguida
al menos.
Zaira Nofal
. Zaira Nofal . Tucumán . Argentina . 1986
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Buenos Aires a los veintiún días de agosto del 2023
Romina Olivero
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Buenos Aires a los diecisiete días de agosto del 2023
Poesía ¿sos vos? ahora
que la casilla de mensajes está llena.
Yo que no tengo wassap, ni way, ni fly,
ni flit, ni off, para el insecto que vuela en el camino.
Sólo quería decirte unas palabras
sobre los ojos azules de esta noche:
que mi batería está muy baja
y que los árboles de la avenida
parece que cayeran hasta mis hombros,
muy cansados, como estos faroles
que casi no alumbran ni a mi sombra.
Quería decirte esto, y muchas cosas más.
Que los televisores están más encendidos
que las almas. Y que hay setenta mil
trillones de terabytes en los balcones
y ninguna flor. Ninguna flor.
No sé si serás vos, si este es el número.
Pero contestame.
Llamame, si podés.
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Buenos Aires a los diecisiete días de agosto del 2023
Mi corazón es un pozo negro y profundo
Tiro una piedra y retumba. Miro y sólo veo tinieblas.
Quiero arrancarme el corazón. Me hace sufrir.
Es débil y está lleno de miedos.
Me prendo en el vestido, muy cerca suyo, un ramito de aromos
para que se calme;
pero sigue llorando.
Enfermo y solo.
¿Los recuerdos la miseria el futuro?
Sólo él sabe.
Él, tan apretujado, sabe.
Cierro los ojos y lo dejó descansar.
Glauce Baldovin
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Buenos Aires a los diecisiete días de agosto del 2023
La Branche de gui' or 'Le Rêve . 1928
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Buenos Aires a los catorce días de agosto del 2023
Ocean, no tengas miedo.
El final del camino está tan adelante
que ya lo dejamos atrás.
No te preocupes. Tu padre sólo es tu padre
hasta que alguno de los dos lo olvide. Así como tu columna
no recordará sus alas
sin importar cuántas veces
se doblen tus rodillas. Ocean,
¿me escuchas? La parte más hermosa
de tu cuerpo es donde sea
que caiga la sombra de tu madre.
Aquí está la casa con la niñez
reducida a una cerca de alambre rojo.
No te preocupes. Sólo llámala horizonte
y nunca la alcanzarás.
Aquí está hoy. Salta. Te prometo que no es
un bote salvavidas. Aquí esta el hombre
con brazos lo suficientemente amplios para abarcar
tu partida. Y aquí el momento, justo
después de apagar las luces, en el que aún puedes ver
la antorcha débil entre sus piernas.
Cómo la usas una y otra vez
para encontrar tus propias manos.
Pediste una segunda oportunidad
y te han dado una boca donde vaciarte.
No tengas miedo, los disparos
son sólo el sonido de la gente
tratando de vivir un poco más. Ocean. Ocean
levántate. La parte más hermosa de tu cuerpo
es a dónde se dirige. Y recuerda,
incluso la soledad es tiempo
que pasas con el mundo. Aquí está
el cuarto con todos adentro.
Tus amigos muertos atravesando
tu cuerpo como el aire
las campanas de viento. Aquí un escritorio
con una pata coja y un ladrillo
que la sostiene. Sí, aquí hay un cuarto
tan cálido y sanguíneo
que, te juro, al despertar
vas a creer que estas paredes
son de piel.
Ocean Vuong
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Buenos Aires a los catorce días de agosto del 2023
Natalia López
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Buenos Aires a los catorce días de agosto del 2023
Es el cilantro – sus verdes hojas
que enfrían la lengua
después del ajo. Es el cilantro: ligero, tierno,
el que hace que se desvistan el uno al otro
antes de que terminen de desvestir al ajo
¿Y el vino? Con ajo
el vino sólo los deja más sedientos
el vino sólo hace que el beso dure más tiempo.
Y entonces volverán
de nuevo al cilantro – y sus verdes hojas
que alivian los párpados.
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Buenos Aires a los diez días de agosto del 2023
Mis amigas
no quieren tener hijos
crían perros, gatos, plantas
la mayoría desistió de la universidad
no pueden mantener trabajos
en relación de dependencia
viven con poca guita
piensan en otro ser
algunas comen mucho
otras poquísimo
le dan al trago
algunas tienen hijas e hijos
andan por los 30
y 60 y pico de años
ninguna votó a Macri
no creen en dios
me han prestado plata
han cocinado para mí
se han querido suicidar
tienen baja autoestima
y a veces alta como la marea
les gustan otras mujeres
tienen ataques de pánico.
Quieren irse de ellas mismas
sus familias son pobres
con padres locos
o de generaciones sin inconsciente.
Ellas fuman, fuman y fuman
son hermosas
Resisten
y pueden sostenerme con un dedo.
Mariela Laudecina
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Buenos Aires a los diez días de agosto el 2023
Ocurre simplemente que me he vuelto inmortal.
Los colectivos me respetan,
Se inclinan ante mí,
Me lamen los zapatos como perros falderos.
Ocurre simplemente que no me muero más.
No hay angina que valga,
No hay tifus, ni cornisa, ni guerra, ni espingarda,
Ni cáncer, ni cuchillo, ni diluvio,
Ni fiebre de Junín, ni vigilantes.
Estoy del otro lado.
Simplemente, estoy del otro lado,
De este lado,
Totalmente inmortal.
Ando entre olimpos, dioses, ambrosías,
Me río, o estornudo, o digo un chiste
Y el tiempo crece, crece como una espuma loca.
Qué bárbaro este asunto
De ser así, inmortal,
Festejar nacimiento cada cinco minutos,
Ser un millón de pájaros,
Una atroz levadura.
Qué escándalo caramba
Este enjambre de vida,
Esta plaga llamada con mi nombre,
Desmedida, creciente,
Totalmente inmortal.
Yo tuve, es claro, gripes, miedos,
Presupuestos,
Jefes idiotas, pesadez de estómago,
Nostalgias, soledades,
Mala suerte.
Pero eso fue hace un siglo,
veinte siglos,
cuando yo era mortal.
Cuando era
Tan mortal,
Tan boludo y mortal,
Que ni siquiera te quería,
Date cuenta.
Humberto Constantini
. . Humberto Constantini . Buenos Aires . Argentina . 1924 . 1987
.... Imagen . Bradley Branson
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