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Buenos Aires a los dieciséis días de febrero del 2025
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Buenos Aires a los dieciséis días de febrero del 2025
Nadija Rebronja
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Buenos Aires a los dieciséis días de febrero del 2025
Te lo dije por las nubes
Te lo dije por el árbol del mar
Por cada ola por los pájaros en las hojas
Por las piedras del ruido
Por las manos familiares
Por el ojo que deviene rostro o paisaje
Y el sueño que pone el cielo de su color
Por toda la noche bebida
Por la reja de las rutas
Por la ventana abierta por una frente descubierta
Te lo dije por tus pensamientos por tus palabras
Toda caricia toda confianza se sobreviven.
Je te l’ai dit pour les nuages
Je te l’ai dit pour l’arbre de la mer
Pour chaque vague pour les oiseaux dans les feuilles
Pour les cailloux du bruit
Pour les mains familières
Pour l’œil qui devient visage ou paysage
Et le sommeil lui rend le ciel de sa couleur
Pour toute la nuit bue
Pour la grille des routes
Pour la fenêtre ouverte pour un front découvert
Je te l’ai dit pour tes pensées pour tes paroles
Toute caresse toute confiance se survivent
Paul Éluard
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Buenos Aires a los nueve días de febrero del 2025
Irene Gruss
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Buenos Aires a los nueve días de febrero del 2025
Mi siesta se desviste
con las flores de hibisco
que he dejado secar
en un frasco.
Con gotitas de té,
escribiré de púrpura
los días y las horas
que me faltan
para llegar al trazo
que olvidaste
en el aire.
Y me encontraré,
a sorbos,
en tu taza,
antes de que te diluyas
como en un sueño.
Agotaré la siesta
y la tierra conocida
con el agua mansa,
la página abierta,
el bordado
de pájaros incansables,
mi té rojo
con tréboles blancos.
Y en el margen
de la hoja,
el lenguaje de las hebras,
las manos de la tarde,
la vereda de un sol
desarropado.
Te ofrezco
el hilván de luz
y el té de la palabra.
Lisos,
impalpables,
anaranjados.
Por el sol que corre,
por mi roja hondura
y tu aire verde,
no haré morir el día
antes de las cuatro.
Susana Abecasis
. Susana Abecasis . Ascensión . Prov. de Buenos Aires. Argentina. 1961
... Imagen . Alena Kakhanovich
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Buenos Aires a los nueve días de febrero del 2025
metti una mano qui come una benda bianca, chiudimi gli occhi,
colma la soglia di benedizioni, dopo che
sei passata attraverso
l’oro verde dell’iride
come un’ape regale
e – pagliuzza
su pagliuzza,
d’oro e grano trebbiato –
hai fatto di me
il tuo favo di luce
una costellazione di api ruota sul tiglio
con saggezza inumana, un vorticare di intelligenze non si stacca
dall’albero del miele
– sarebbe riduttivo dire amore
questa necessità della natura –
mentre un vuoto anteriore rimargina
tra fiore e fiore senza lasciare traccia:
usa la bocca, sfilami dal cuore
il pungiglione d’oro,
la memoria di un lampo che ha bruciato la mia forma umana
in una qualche preistoria
dove i pazzi accarezzano le pietre come fossero teste di bambini:
avvicinati, come la prima
tra le cose perdute
e quel volto si leva dalla pietra per sorridere ancora
María Grazia Calandrone
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Buenos Aires a los nueve días de febrero del 2025
No me gusta mi estado mental:
Estoy cruel, insensible, fatal.
Odio mis manos, odio mis piernas,
No quiero viajar a más dulces tierras.
Me aterra la luz de la madrugada,
De noche aborrezco irme a la cama.
Desprecio a quien sea sencillo y decente,
Cualquier broma amable me torna insolente.
En las letras no hallo paz, tampoco en la pintura,
Mi mundo se ha vuelto un montón de basura.
Me siento vacía, desilusionada,
Por lo que pienso sería arrestada.
No estoy enferma, tampoco soy cuerda
Mis sueños de antaño se han ido a la mierda.
El espíritu amargo, el alma aplastada:
De mí no me gusta nada de nada.
Cavilo, mascullo, insulto, peleo,
Todo en mi casa me resulta feo.
Pienso en los hombres y ya me estremezco.
Un amor nuevo es lo que merezco.
I do not like my state of mind:
I'm bitter, querulous, unkind.
I hate my legs, I hate my hands,
I do not yearn for lovelier lands.
I dread the dawn's recurrent light;
I hate to go to bed at night.
I snoot at simple, earnest folk.
I cannot take the gentlest joke.
I find no peace in paint or type.
My world is but a lot of tripe.
I'm disillusioned, empty-breasted.
For what I think, I'd be arrested.
I am not sick, I am not well.
My quondam dreams are shot to hell.
My soul is crushed, my spirit sore;
I do not like me any more.
I cavil, quarrel, grumble, grouse.
I ponder on the narrow house.
I shudder at the thought of men
I'm due to fall in love again.
Dorothy Parker
. Dorothy Parker . Nueva Jersey .Estados Unidos . 1893 . Nueva York . Estados Unidos . 1967
Versión de Mirta Rosenberg . Daniel Samoilivich
.... Imagen . Andrea Torres Balaguer
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Buenos Aires a los nueve días de febrero del 2025
Prepare un letrero brillante
Pegue en él una foto nítida
la más reciente posible
No olvide la clásica leyenda:
“se busca”
Hágalo a mano si es necesario
cuando los policías le digan
que se han quedado sin tinta para imprimir
que la vieja máquina de escribir no funciona
que no llegó la secretaria
Respire lento mientras escucha
todas las excusas con las que buscan
cómo decirle:
No perderemos el tiempo
Con tantas desaparecidas en este país
qué importa una más
Gulaquichuaahui’ ti gui’chi’ naro’ba’ ni guzaani’
Biquiidi racá ti bandá biaani’ nayachi
ni jmá nacubi guidxe’lu’
Qui gusiaandu gucou’ ni maca ricá
“cuyubidu laabe”
Ne nou’ piou’ bicaani pa naquiiñe’
ra gabi ca dxu’ ca lii
ma qui gapaca’ ni gutiieneca gui’chi’
ma queiquiiñe giibayooxho ni rucuaa
qui ñedandá gunaa ni ruuni dxiiña’ ca
Chahuidugá si gucuaa bi laga cucaadiagalu’
guirá diidxahuati ni cuyubicabe
ti gabisicabe lii:
Qui zunitidu dxiiña
Ne guirá gunaa huaniti ndaani’ guidxi di’
xi naca guinitiru stobi
Irma Pineda
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Buenos Aires a los nueve días de febrero del 2025
Coucher de soleil . marée haute gris-bleu
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Buenos Aires al primer día de diciembre del 2024
Ánuar Zúñiga Naime
. Ánuar Zúñiga Naime . Ciudad de México . México . 1982
.. Imagen . Pixy Liao
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Buenos Aires al primer día de diciembre del 2024
Llueve y suena el soundtrack de la nostalgia
llueve y el otoño se convierte en una tienda de antigüedades
llueve y la introspección es el abrazo mas auténtico
hace una semana y media que llueve
hace una semana y media que me lluevo
la lluvia me recuerda a todos los llantos
a todas las tristezas.
Llorar como baldearse,
como hacerse mar.
La primera vez que lloré feliz
estaba debajo de la mesa familiar
terminaba cinema paradiso
y aunque era chica y no cachaba bien el subtitulo
había entendido todo
el amor nos iba a salvar
en ese momento sentí por primera vez el sabor a la emoción, a la nostalgia de una felicidad ideal.
Y cinema paradiso se convertía en la película favorita
de mi corta existencia
por hacerme sentir la unión entre el llanto y la risa
la felicidad y la tristeza
y claro, el amor al cine.
Lloremos, lloremos mucho, lloremos bien
vaciemos el lagrimal hasta que el sol seque las manchas de humedad.
pero no esperemos que nos vengan a salvar
hagamos el amor y salvémonos nosotrxs mismos
y lloremos.
Sí
por que entendimos.
Cumelén Labrit
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Buenos Aires al primer día de diciembre del 2024
Cecilia Romana
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Buenos Aires al primer día de diciembre del 2024
Como pasa en muchas relaciones
había llegado un momento
de querer irnos a morir juntos.
Decíamos
¿a vos dónde te gustaría morir?
A mí me gustaría morir en Almagro
y a mí en una casa que tenga jardín.
Imaginamos
qué lindo irse a morir en la montaña
largar todo
irnos a morir en el campo.
Unos amigos que están muriendo en Las Toninas
nos decían ¿Por qué no se vienen a morir a acá?
¿Pero y en dónde va a morir tu perro?
¿Y en dónde va a morir tu gato?
Al final pensamos que lo mejor
era que cada uno siguiera muriéndose
en el departamento que alquilaba.
Alejandro Berón
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Buenos Aires al primer día de diciembre del 2024
Untitled
ballpoint pen, and graphite on paper
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Buenos Aires al primer día de diciembre del 2024
On the Bridge, Freaky Weird Folks Marched Through
Tannery
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Buenos Aires a los doce días de noviembre del 2024
Let them not say: we did not see it.
We saw.
Let them not say: we did not hear it.
We heard.
Let them not say: they did not taste it.
We ate, we trembled.
Let them not say: it was not spoken, not written.
We spoke,
we witnessed with voices and hands.
Let them not say: they did nothing.
We did not-enough.
Let them say, as they must say something:
A kerosene beauty.
It burned.
Let them say we warmed ourselves by it,
read by its light, praised,
and it burned.
Jane Hirshfield
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Buenos Aires a los doce días de noviembre del 2024
Son de noche los huecos en la pared de piedra
mirando en el vacío de la noche.
Y son ojos callados mientras pasa la noche.
Belén, casa del pan.
Un llanto, una mujer abierta.
Pasa la noche. Pasa
por el cuerpo del asno,
por el cuerpo del buey, echados en la paja,
por la bruma caliente que respiran
mientras pasa un segundo
y después otro
y otro
por sus ojos abiertos que reflejan
un llanto que se calma
cuerpo a cuerpo.
Belén del cielo despejado y frío.
Belén del asno santo.
Belén, casa del pan, el trigo roto, el agua.
Casa del pan, Belén, la harina, el fuego,
la pura levadura: una mujer, la rosa repentina
de su risa en la noche, cuerpo a cuerpo,
la risa de su carne.
Pupila que titila,
pupila vulnerable que titila
mientras pasa la noche,
casa del pan,
Belén.
Alejandro Crotto
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No tengo más que un fósforo para toda la noche y es octubre
un caballo cansado que me pasa la lengua por el pelo
un harapo de miedo
la edad que se articula en su tamaño
y se inserta otra vez por el aro del mundo
siempre en octubre vuelve y no trae palabras para mí
trae un silencio impuro sobre la boca cruda
y el beso que deseo
es apenas cadáver del consuelo
vuelco en octubre
soy tiza en la pizarra de sus ojos
y enhebro en la plegaria dijes de fantasía
muñequitas desnudas cuando llueve en octubre
cuando salgo a golpear por mi ración
y regreso a la cama con un vaso de leche
donde su gota de mercurio
brilla.
Laura Yasan
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Buenos Aires a los doce días de noviembre del 2024
Felices los normales, esos seres extraños.
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.
Roberto Fernández Retamar
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Buenos Aires a los doce días de noviembre del 2024
The Awakening
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Buenos Aires a los doce días de noviembre del 2024
Village Murnau
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Buenos Aires a los veinte días de octubre del 2024
Francisco Garamona
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Buenos Aires a los veinte días de octubre del 2024
Cuando me vuelva loca
voy a ocupar las noches en contar las palabras con un lápiz rojo
Tendrá que ser un lápiz gordo, que moleste a los dedos
como el que mi padre usaba en el mostrador del ferrocarril
Anotaré al final de cada texto
el número de palabras
Con el mismo rojo. Un número (de dos cifras) chiquitito que no moleste
Yo tampoco molestaré, una loca inofensiva.
pero te vas acordar de mí
No sé cuando
pero te vas acordar de mí
Margarita Roncarolo
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Buenos Aires a los veinte días de octubre del 2024
Necesito decir
que mi atavío natural
son las flores
aunque me vestiré
de un modo increíble
con plumas
dientes de loco
y manojos de cabellera
de Taiwan y Luxumei.
Cada vez que estornudo
se llena el cielo de chispas
hago acrobacias
y piruetas endemoniadas
cada noche
me sale una espalda adyacente.
Soy de cuatro patas
preferentemente,
las ramas
me saldrán por la piel,
estoy obligada a ser
un ángel con la pelvis
en llamas.
Cecilia Vicuña
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Buenos Aires a los veinte días de octubre del 2024
Esa mañana escuchaba el quejido
de la puerta del mueble en la cocina.
La puerta donde está el tacho de basura.
Esa mañana hacia frío todavía.
En mi útero había sangre todavía
mientras oía, inmóvil en la cama,
el ruido de la puerta en la cocina.
Pude cerrar los ojos y no ver cómo te ibas
pero no pude dejar de oír aquella puerta.
Algo viniste a decirme, que te perdonara.
Dentro mío la sangre coagulaba
los óvulos, todos, se morían.
Ahora en la cocina, cada mañana,
cuando desgrano una fruta
para mi cuerpo sin nido
me doblo como un gato al que alcanzo
una flecha
para dejar caer mi resto en la basura.
Una cáscara, un corazón, una semilla.
Con ellos va el perdón que puedo darte.
Carina Sedevich
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Buenos Aires a los veinte días de octubre del 2024
Recuerdo una piedra
que no sobresalía del río.
Recuerdo que nadaba
para sentarme sobre ella.
Porque era como sentarse
en el medio del río,
como sentarse sobre el río
con los brazos cruzados,
como detener un caballo
en el centro de un campo,
como adormecerse a caballo
en un campo inundado,
como poner la soledad
del corazón en lo más manso,
como pensar que todavía
va a llover más y más
y estar cansado.
Héctor Viel Temperley
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