no importa

.

Buenos Aires a los veinticinco días de noviembre del 2025 



No me importa que me toquen
que me metan la mano de improviso
por debajo de la falda
no me importa que me estrujen
mientras no me ignoren
róbenme, pero solo las cosas bellas
deslícenme la mano en el corpiño
no importa
mientras no miren al piso
cuando paso por la calle
úsenme
si van a amarme
muérdanme
si van a adorarme
o una forma de ver el mundo
la escucha la dicha el protagonismo
la plenitud de este amor correspondido
la casa en ruinas
y el cuerpo un resultado
sin importancia.


Mercedes  Álvarez

 


 .  Mercedes Álvarez . Prov. Buenos Aires . Argentina . 1979
.... Imagen . Bharat Sikka
 

 

 

 .

amancay

Buenos Aires a los veinticinco  días de noviembre del 2025


Australiano, 40 pirulos
ojos azules y piel dorada
Lo conocí pidiéndole una lapicera
Se hospedaba en el hotel de la esquina de casa
Me invitó a salir como pudo
Sabía poco castellano y yo poco inglés
Pero nos entendimos; teníamos ganas de entendernos
Fuimos a bailar; bailaba bien
Nos besamos
A las seis nos fuimos a desayunar
y después lo acompañé al hotel
Me invitó a subir, y subimos; pero a la terraza
Esperaba sexo
Erré
Me masajeó los pies un largo rato sin hablar
Permanecí callada
hasta que repitió que quería conocer el Himalaya
Andá, le dije
Al otro día me dejó flores con mamá
y una tarjeta con un poema
que hablaba del viento en mi pelo
fue el primero y único ramo
que recibí en mi vida.

 

 Mariela Laudecina

 

 

 ....  Mariela Laudecina . Mendoza . Argentina .1974 . Córdoba . Argentina . 2021
 ... Imagen . Maud Chalard
 

 

 

 .

otra mirada CLXXVII (jethro buck )

 .

Buenos Aires a los veinticinco días de noviembre del 2025

Looking Up

Mumbai Moon

 Jethro Buck

 

relatividad


 .

Buenos Aires a los veinticuatro días de noviembre del 2025 


Los tulipanes son demasiado entusiastas, acá es invierno.
Vean qué blanco todo, qué tranquilo, qué nevado.
Aprendo a estar en paz, acostada sola, en silencio
como la luz se acuesta en estas paredes blancas, esta cama, estas manos.
No soy nadie. Nada tengo que ver con explosiones.
Les di mi nombre y mi ropa de calle a las enfermeras
y mi historia al anestesista y mi cuerpo a los cirujanos.

Apoyaron mi cabeza entre la almohada y el doblez de la sábana,
como un ojo entre dos párpados blancos que no se quieren cerrar.
Pupila estúpida, tiene que absorberlo todo.
Las enfermeras pasan y pasan, no molestan,
a la manera de las gaviotas que van tierra adentro con sus cofias blancas,
haciendo cosas con las manos, una igual a la otra,
así que es imposible saber cuántas son.

Para ellas mi cuerpo es una piedrita, lo cuidan como el agua
cuida a las piedritas que debe arrollar, alisándolas con suavidad.
Me traen sopor en sus agujas brillantes, me traen el sueño.
Ahora me he perdido, estoy harta de equipaje:
mi valijita de charol, como un pastillero negro,
mi marido y mi hija que sonríen en la foto familiar;
sus sonrisas se clavan en mi piel, pequeños anzuelos sonrientes.

He dejado que se me escapen las cosas, como un carguero de treinta años,
tercamente aferrada a mi nombre y dirección.
Me han limpiado de todas mis referencias más preciadas,
asustada y desnuda en la camilla tapizada de plástico verde
vi cómo mi juego de té, mi armario de ropa blanca, mis libros
desaparecían de mi vista. Y el agua me cubrió la cabeza.
Soy una monja ahora, nunca fui tan pura.

No quería ninguna flor, solo quería
yacer mostrando las palmas de las manos, y estar completamente vacía.
Cuánta libertad, una no tiene idea cuánta.
La tranquilidad es tan grande que encandila.
Y no pide nada, el nombre en una etiqueta, algunas chucherías.
A esa tranquilidad se aferran los muertos, finalmente. Los imagino
cerrando la boca sobre ella, como si fuera una hostia.

En primer lugar, los tulipanes son demasiado rojos, me lastiman.
Incluso a través del papel de regalo podía oírlos respirar
levemente, a través de su envoltorio blanco, como un bebé terrible.
Su rojo le habla a mi herida, se corresponden.
Son sutiles: parecen flotar, aunque me hunden,
alterándome con sus súbitas lenguas y su color,
una docena de pesas rojas que me rodea el cuello.

Nadie me vigilaba, ahora me vigilan.
Los tulipanes se vuelven hacia mí, y la ventana a mis espaldas
donde una vez al día la luz lentamente se ensancha y adelgaza,
y me veo, chata, ridícula, una sombra recortada de papel
entre el ojo del sol y los ojos de los tulipanes,
y no tengo cara, he querido eclipsarme.
Los vívidos tulipanes se devoran mi oxígeno.

Antes de que llegaran el aire estaba suficientemente tranquila,
yendo y viniendo, con cada respiración, sin ningún alboroto.
Después los tulipanes lo colmaron como un ruido estridente.
Ahora el aire se agita y arremolina alrededor a la manera en que un río
se agita y arremolina alrededor de una máquina hundida enrojecida por el óxido.
Concentran mi atención, que estaba feliz
jugando y descansando sin comprometerme.

También las paredes parecen levantar temperatura.
Los tulipanes deberían estar enjaulados como animales peligrosos,
se abren como la boca de un gran felino africano.
Y soy consciente de mi corazón: abre y cierra
su cuenco de capullos rojos por puro amor a mí.
El agua que pruebo es cálida y salada, como el mar,
y viene de un país tan lejano como la salud.





The tulips are too excitable, it is winter here.
Look how white everything is, how quiet, how snowed-in.
I am learning peacefulness, lying by myself quietly
As the light lies on these white walls, this bed, these hands.
I am nobody; I have nothing to do with explosions.
I have given my name and my day-clothes up to the nurses
And my history to the anesthetist and my body to surgeons.
 
They have propped my head between the pillow and the sheet-cuff
Like an eye between two white lids that will not shut.
Stupid pupil, it has to take everything in.
The nurses pass and pass, they are no trouble,
They pass the way gulls pass inland in their white caps,
Doing things with their hands, one just the same as another,
So it is impossible to tell how many there are.

My body is a pebble to them, they tend it as water
Tends to the pebbles it must run over, smoothing them gently.
They bring me numbness in their bright needles, they bring me sleep.
Now I have lost myself I am sick of baggage—
My patent leather overnight case like a black pillbox,
My husband and child smiling out of the family photo;
Their smiles catch onto my skin, little smiling hooks.

I have let things slip, a thirty-year-old cargo boat
stubbornly hanging on to my name and address.
They have swabbed me clear of my loving associations.
Scared and bare on the green plastic-pillowed trolley
I watched my teaset, my bureaus of linen, my books
Sink out of sight, and the water went over my head.
I am a nun now, I have never been so pure.

I didn’t want any flowers, I only wanted
To lie with my hands turned up and be utterly empty.
How free it is, you have no idea how free—
The peacefulness is so big it dazes you,
And it asks nothing, a name tag, a few trinkets.
It is what the dead close on, finally; I imagine them
Shutting their mouths on it, like a Communion tablet.

The tulips are too red in the first place, they hurt me.
Even through the gift paper I could hear them breathe
Lightly, through their white swaddlings, like an awful baby.
Their redness talks to my wound, it corresponds.
They are subtle: they seem to float, though they weigh me down,
Upsetting me with their sudden tongues and their color,
A dozen red lead sinkers round my neck.

Nobody watched me before, now I am watched.
The tulips turn to me, and the window behind me
Where once a day the light slowly widens and slowly thins,
And I see myself, flat, ridiculous, a cut-paper shadow
 Between the eye of the sun and the eyes of the tulips, 
And I have no face, I have wanted to efface myself.
The vivid tulips eat my oxygen.

Before they came the air was calm enough,
Coming and going, breath by breath, without any fuss.
Then the tulips filled it up like a loud noise.
Now the air snags and eddies round them the way a river
Snags and eddies round a sunken rust-red engine.
They concentrate my attention, that was happy
Playing and resting without committing itself.

The walls, also, seem to be warming themselves.
The tulips should be behind bars like dangerous animals;
They are opening like the mouth of some great African cat,
And I am aware of my heart: it opens and closes
Its bowl of red blooms out of sheer love of me.
The water I taste is warm and salt, like the sea,
And comes from a country far away as health.

 

Sylvia Plath



. Sylvia Plath . Boston . EEUU . 1932 . Londres . Reino Unido . 1963
  Versión . Mirta Rosenberg  .  Alejandro Crotto
... Imagen . Tim Walker  .  Dreaming of Another World 
 

 

 

 .

presbicia

.

Buenos Aires a los veinticuatro días de noviembre del 2025


El viento trajo la presbicia
junto a unos sapitos durmiendo
en mis párpados
un abanico de líneas sonriendo
al lado de los ojos
otro sabor en la piel.
La presbicia llegó
junto a una madre huérfana y enferma
un hijo pasando a buscarme en mi auto
un marido que a veces
me baña en indiferencia
y a veces me quiere.



Natalia Schapiro

 

.  Natalia Schapiro. Buenos Aires . Argentina . 1974
... Imagen . Caspar Jade 
 

 

 

 .

otra mirada CLXXVI ( maría swanzy )

.

 Buenos Aires a los veinticuatro días de noviembre del 2025 

Pattern of Rooftops .  Czechoslovakia 

Sunlit Landscape 


 

argot


Buenos Aires a los veinticuatro días de noviembre del 2025


mi cuerpo es una iglesia caótica
llena de culpa y vino
llevo en los hombros
la belleza de la gente que se rinde
que se deja caer de rodillas

ante lo terrible de la vida doméstica
habito la política de la nostalgia
hablo su argot con elegancia
rezo el rosal con mis dedos de espina
un ave maría por los chacales hambrientos
un dios te salve por la fibra de la tristeza
un gloria por lo que llega demasiado tarde
rezo por las cosas que me dan miedo
me invento algunos santos
para no sentirme sola.

 

 Luciana Maxit 

 


.. Luciana Maxit .  Prov. de Buenos Aires . Argentina . 1992
... Imagen .   Jana Šantavá


 

 

.

mousike CCIX (ornella )

 .

 Buenos Aires a los veintitrés  días de noviembre  del 2025



È cambiato il tempo e sta piovendo, ma resto ad aspettare
Non m'importa cosa il mondo può pensare, io non me ne voglio andare
Io mi guardo dentro e mi domando, ma non sento niente
Sono solo un resto di speranza perduta tra la gente

 
 
.

amor mío

 .

Buenos Aires a los veintitrés  días de noviembre  del 2025


Amor mío, mira mi boca de vitriolo
y mi garganta de cicuta jónica,
mira la perdiz de ala rota que carece de casa y muere
por los desiertos de tomillo de Rimbaud,
mira los árboles como nervios crispados del día
llorando agua de guadaña.

Esto es lo que yo veo en la hora lisa de abril,
también en la capilla del espejo esto veo,
y no puedo pensar en las palomas que habitan la palabra Alejandría,
ni escribir cartas para Rilke el poeta

 

 

 Blanca Andreu

 


. Blanca Andreu . La Coruña . España . 1959
... Imagen . Vijay Sarathy

 

 

 .

septiembre

 .

Buenos Aires a los veintitrés  días de noviembre  del 2025 



Un hombre me mira.
Me abre la boca
y saca una niña
que hace equilibrio
sobre el cable de la luz.
Sonrío desde la lejanía
de una rayuela borroneada.
Ahora llevo mi cabeza
entre las manos
y la acaricio como a un bebé dormido
de fiebre.
Pero él me ha mirado unos segundos
y el tiempo explota en el medio de la calle.
De camino a casa
escupo abejas,
flores
que crecen entre yuyos.


Carolina Brieux Olivera



.   Carolina Brieux Olivera . Ciudad de Buenos Aries. Argentina . 1972
.....  Imagen .   Hana Katoba 
 

 

 

.

marea alta

 .

Buenos Aires a los veintitrés  días de noviembre  del 2025


Por los dioses
O los hombres
Donde el crack nace de mi entrepierna
Y del cosmos, mis ojeras.

Tengo laberintos en las manos
Que no matan
Y no dejan.

El ir y venir del mundo no cesa
Se alimenta
De mi carne
Hasta permanecer
–inmóvil–
donde el horizonte no retorna.

Los astros de Neruda ahogan mi lengua
Los astros que tiritan me consumen
Se prolongan
A lo lejos
Nos derrotan.

Los huesos mutilados
Son la nada
Que eclipsa nuestro caos.

La piel me queda grande,
Los sueños cortos.

El mundo se mueve
Pero no mis ojos.

El final está cerca
Sin morfina en las venas.

 

 

Cristina Meza



.   Cristina Meza . Jalisco . México .  1997
... Imagen . Glen Luchford
 
 

 

 

 .

cœur

.
Buenos Aires a los veintitrés  días de noviembre  del 2025
 
 

el dulce miedo cuando
copenhague huele a parís

cuando veo su
cuerpo en otro

cuando quiero ser
un escándalo y una desgracia

y no quiero
no quiero ser elevada muy alto

y a la vez quiero
sólo eso  


Den søde frygt når
københavn lugter af paris

når jeg ser din
krop i en andens

når jeg vil være
det en skandale

og en skændsel og jeg vil
ikke Jeg vil ikke opdrages for højt

og samtidig vil jeg det
er al



Pia Juul

 




. Pia Juul . Korsør, Dinamarca . 1962
  Versión Daniel Sancosmed
. Imagen .  Alexandre Pelletier

 

  

 

 .

otra mirada CLXXV ( ivan shchepetnov )

 .

Buenos Aires a los veintitrés  días de noviembre  del 2025

Evening Sea
The Tale of Wanderings


Ivan Shchepetnov
 

letanía

.
 
Buenos Aires a los diecisiete días de  agosto del 2025
 

Para aquellos de nosotros que vivimos al borde
parados sobre los límites constantes de una decisión
crucial y única
para aquellos de nosotros que no podemos permitirnos
los sueños pasajeros de elegir
que amamos en los zaguanes yendo y viniendo
en las horas entre los amaneceres
mirando adentro y afuera
de repente antes y después
buscando un ahora que pueda alimentar
futuros
como el pan en la boca de nuestros niños
para que sus sueños no reflejen
la muerte de los nuestros;
Para aquellos de nosotros
que fuimos marcados por el miedo
como una leve línea en el medio de nuestras frentes
aprendiendo a tener miedo con la leche de nuestras madres
porque con esta arma
esta ilusión de encontrar alguna seguridad
que los de pasos pesados quisieron silenciarnos
Para todos nosotros
este instante y este triunfo
No estábamos destinados a sobrevivir.
Y cuando sale el sol tenemos miedo
de que no dure
y cuando cae el sol tenemos miedo
de que no vuelva a salir en la mañana
cuando nuestros estómagos están llenos tenemos miedo
a la indigestión
cuando nuestros estómagos están vacíos tenemos miedo
de no volver a comer otra vez
cuando somos amados tenemos miedo
de que el amor desaparezca
y cuando estamos solos tenemos miedo
de que el amor no regrese nunca
y cuando hablamos tenemos miedo
de que nuestras palabras no sean escuchadas
ni bienvenidas
pero cuando callamos
también tenemos miedo

Entonces es mejor hablar
recordando
que nunca estuvimos destinados a sobrevivir.

 

 



For those of us who live at the shoreline
standing upon the constant edges of decision
crucial and alone
for those of us who cannot indulge
the passing dreams of choice
who love in doorways coming and going
in the hours between dawns
looking inward and outward
at once before and after
seeking a now that can breed
futures
like bread in our children’s mouths
so their dreams will not reflect
the death of ours;
For those of us
who were imprinted with fear
like a faint line in the center of our foreheads
learning to be afraid with our mother’s milk
for by this weapon
this illusion of some safety to be found
the heavy-footed hoped to silence us
For all of us
this instant and this triumph
We were never meant to survive.
And when the sun rises we are afraid
it might not remain
when the sun sets we are afraid
it might not rise in the morning
when our stomachs are full we are afraid
of indigestion
when our stomachs are empty we are afraid
we may never eat again
when we are loved we are afraid
love will vanish
when we are alone we are afraid
love will never return
and when we speak we are afraid
our words will not be heard
nor welcomed
but when we are silent
we are still afraid



So it is better to speak
remembering
we were never meant to survive.



Audre Lorde
 
 
 
  . Audre Lorde . Nueva York . Estados Unidos . 1934 . Saint Croix . Estados Unidos . 1992
    Versión . Silvia Camerotto

 

  

 

 

.

génesis

 .

Buenos Aires a los diecisiete días de agosto del 2025  


En el primer día
pasará el ángel que borra las motocicletas.
En el segundo día
pasará el ángel que apaga la televisión.
En el tercer día
pasará el ángel que arrasa los autos, los aviones y los barcos.
En el cuarto día
pasará el ángel que destruye los avisos comerciales.
En el quinto día
pasará el ángel que acalla las sirenas de ambulancias y bomberos.

En el sexto día
llegará el ángel del silencio:
solo se oirán los árboles, el mar y las estrellas.

En el séptimo día
los hombres comenzarán a hablarse suavemente, cara a cara.



Ivonne Bordelois




. Ivonne Bordelois . Juan Bautista Alberdi . Prov. de Buenos Aires . Argentina . 1934
.. Imagen . Hoda Afshar 

 

  

 

 .

en lo más negro del verano

.

Buenos Aires a los diecisiete días de agosto del 2025 


El agua de tu rostro
en un rincón del jardín,
el más oscuro del verano,
canta como la luna.

Fantasma.
Terrible a mediodía.
A la altura de los lirios
la muerte sonríe.
Sobre una pequeñísima charca,
ojo de dios,
un insecto flota bocarriba.
La miel silba en su vientre
abierto al dedo del estío.

Todo canta a la altura de tu rostro
suspendido como una luz eterna
entre la noche y la noche.

Canta el pantano,
arden los árboles,
no hay distancia,
no hay tiempo.
El verano trae lo perdido,
el mundo es esta calle de fuego
donde todas las rosas caen y vuelven a nacer,
donde dos cuerpos se consumen
enlazados para siempre
en lo más negro del verano.

En un rincón del jardín
bajo una piedra canta el verano.
En lo más negro,
en lo más ciego y blanco,
donde todas las rosas caen,
allí flota tu rostro,
fantasma,
terrible a mediodía.

 

Blanca Varela 

 

 

 . Blanca Varela. Lima.  Perú. 1926 . 2009
... Imagen .  KW
 

 

 

 .

dragona

 .

Buenos Aires a los diecisiete días de agosto del 2025



El viento las mueve como si fueran
hilos de plata que brillan a la luz
de la luna pero no, son tus crines
que se agitan al compás del silencio
que menea nuestros cuerpos sin decir
palabra. Dulce dragona que me abraza,
me susurra y me resopla leve
el cuello mientras tu desnudez de terso
animal escamado, fulgente y confiado
baila en el ondular oscuro por este
monte que habita el pabellón
de tu casa. Ahí me veo volando
entre tus brazos, con tus alas abiertas
y tu fuego que nos prende y apaga
como si fuéramos destellos aislados
en medio de la noche. Ahí  ¡en el aire
está el riesgo! y suspendidos ambos
y aferrados bebo tu rostro espigado,
tu boca de ángulos cincelada
por el tiempo, tus manos de membranas
ásperas y lánguidas para que lentos,
con cuidado y juntos reposemos
en la hierba húmeda, sí, entre sueños.


Yaki Setton





. Yaki Setton . Buenos Aires . Argentina . 1951 
....  Imagen . Marat Safin  


 

 

 .




trozos perdidos

.

Buenos Aires a los diecisiete  días de agosto del 2025

 

Vivía envuelta
en una leve distancia
que le impedía
estar del todo presente.
Por eso olvidaba tantas cosas:
la llave
de su casa, que se volvía
una casa ajena
una puerta cerrada
ante su vana espera;
el guante,
que dejaba su mano
fría, desamparada,
y el otro guante
en una extraña soledad
de adiós sin respuesta;
sus pulseras,
demasiado pesadas.
Y al verse los brazos desnudos
sentía lástima
de su pobreza
y empezaba a buscar
con un ciego tanteo
ese poco de oro extraviado
entre papeles juguetes
inútiles recetas de cocina
cartas de amigos.
Tampoco encontraba
el pañuelo
para secar sus lágrimas.
Quién sabe
por qué calles polvosas
iba su pañuelo de encaje
por inclementes pasos pisoteado.
Olvidaba sus sueños:
al abrir los ojos,
aunque una dicha rara
la cubriese,
se le escapaba el mensaje:
en vano buscaba
los trozos perdidos
de ese rompecabezas
del que sólo quedaban,
desligados,
un árbol,
una calle que lleva al mar,
el rostro de un desconocido,
unas palabras
sin sentido.


Alaíde Foppa 

 

  ....    Alaíde Foppa . Barcelona . España. 1914 .  Ciudad de Guatemala . Guatemala . 1980 ( Fue secuestrada, torturada y asesinada por el gobierno del dictador Romero Lucas García )
.....  Imagen . Katia Chausheva 
 
 

 

 

.

otra mirada CLXXIV (dwight william tryon )

 .

Buenos Aires a los diecisiete días de agosto del 2025  

Autumn Evening
Midsummer Moonrise

Dwight William Tryon

 



otra mirada CLXXIII (ferdinand du puigaudeau )

 .

Buenos Aires a los diecisiete días de agosto del 2025 

Le Pouldu, le feu sur la plage

Foire nocturne à Saint-Pol-de-Léon


ella está toda ahí


.

Buenos Aires a los veintinueve días de abril del 2025
 
 

Ella está toda ahí.
Fue fundida cuidadosamente para ti
y moldeada desde tu infancia,
moldeada a partir de tu centenar de estudiantes favoritas.
Ella siempre ha estado ahí, cariño.
Ella, realmente, es exquisita.
Fuegos artificiales en el aburrimiento de febrero
y tan real como una olla de hierro.
Seamos sinceros, yo he sido pasajera.
Un lujo. Un velero rojo brillante en el puerto.
Mi pelo agitándose como humo por la ventanilla del auto.
Una joven almeja fuera de estación.
Ella es más que eso. Es lo que tienes que tener,
ha elevado tu práctico crecimiento tropical.
Ella no es un experimento. Ella es toda armonía.
Ella cuida de que la barca tenga remos y toletes,
ha puesto flores silvestres en la ventana
para el desayuno,
sentada junto al torno de ceramista al mediodía,
ha dado a luz tres hijos bajo la luna,
tres querubines dibujados por Miguel Ángel,
y lo hizo con sus piernas abiertas
en los meses terribles en la capilla.
Si miras hacia arriba, los niños están allí
como delicados globos pegados al techo.
Ella ha llevado a cada uno a lo largo del corredor
después de la cena, sus cabezas discretamente inclinadas,
dos piernas protestando, uno frente al otro,
su cara encendida con una canción y un pequeño sueño.
Te devuelvo tu corazón.
Te doy permiso
para la descarga en ella, latiendo
iracundo en la suciedad,
para la puta que hay en ella
y la sepultura de su herida
para enterrar su pequeña roja herida viva
para la pálida bengala titubeante bajo sus costillas,
para el marinero ebrio que espera en su pulso izquierdo,
para su rodilla de madre, para las medias,
para las ligas, para la llamada.
La curiosa llamada
cuando te cobijes entre sus brazos y pechos
y tires de la cinta naranja en su pelo
y contestes a la llamada, la rara llamada.
Ella es tan desnuda y singular.
Ella es la suma de ti mismo y de tu sueño.
Escálala como un monumento, paso a paso.
Ella es sólida.
En cuanto a mí, yo soy una acuarela.
Lavable. 




She is all there.
She was melted carefully down for you
and cast up from your childhood,
cast up from your one hundred favorite aggies.
She has always been there, my darling.
She is, in fact, exquisite.
Fireworks in the dull middle of February
and as real as a cast-iron pot.
Let's face it, I have been momentary.
vA luxury. A bright red sloop in the harbor.
My hair rising like smoke from the car window.
Littleneck clams out of season.
She is more than that. She is your have to have,
has grown you your practical your tropical growth.
This is not an experiment. She is all harmony.
She sees to oars and oarlocks for the dinghy,
has placed wild flowers at the window at breakfast,
sat by the potter's wheel at midday,
set forth three children under the moon,
three cherubs drawn by Michelangelo,
done this with her legs spread out
in the terrible months in the chapel.
If you glance up, the children are there
like delicate balloons resting on the ceiling.
She has also carried each one down the hall
after supper, their heads privately bent,
two legs protesting, person to person,
her face flushed with a song and their little sleep.
I give you back your heart.
I give you permission -
for the fuse inside her, throbbing
angrily in the dirt, for the bitch in her
and the burying of her wound -
for the burying of her small red wound alive -
for the pale flickering flare under her ribs,
for the drunken sailor who waits in her left pulse,
for the mother's knee, for the stocking,
for the garter belt, for the call -
the curious call
when you will burrow in arms and breasts
and tug at the orange ribbon in her hair
and answer the call, the curious call.
She is so naked and singular
She is the sum of yourself and your dream.
Climb her like a monument, step after step.
She is solid.
As for me, I am a watercolor.
I wash off.


Anne Sexton

 

 


. Anne Sexton . Massachusetts . Estados Unidos . 1928 . 1974 
  Versión . José Luis Reina Palazón
..... Imagen . Leslie Zhang

 

 

 .

insolación



.

Buenos Aires a los veintinueve días de abril del 2025
 

En la infancia te enseñan
a no mirar directamente al sol
porque te ciega.
Hay cosas que funcionan parecido,
hay que dejar que orbiten solas,
que den calor
pero nunca mirarlas de frente.
Igual que con el sol
me pasa con las ilusiones,
no quiero que me quemen
los ojos.

 

Daniela Noceti  



.  Daniela Noceti .   Buenos Aires . Argentina . 1979
...... Imagen . Hana Katoba


 

 

 .

inventando el amor

.
Buenos Aires  a los veintinueve días de abril del  2025
 
 

Te deseo y no estás aquí. Me detengo
en este jardín, espirando el color que tiene el pensamiento
antes de ser lenguaje al aire quieto. Incluso tu nombre
es un fantasma pálido y, aunque lo exhalo una
y otra vez, no se queda conmigo. Esta noche
te invento, te imagino, tus movimientos más claros
que las palabras que te hago decir que dijiste antes.

Donde quiera que estés ahora, en mis pensamientos capturas mi atención
con una mirada, permaneciendo aquí mientras la luz vespertina
se disuelve en la tierra. La forma de tu boca no es la correcta,
pero aún así sonríe. Te acerco a mí, a millas de distancia,
inventando el amor, hasta que el ruido de las aves nocturnas
interrumpe y convierte lo que había de venir, lo que era seguro,
en recuerdo. Las estrellas nos filman para nadie.

 

 

I want you and you are not here. I pause
in this garden, breathing the colour thought is
before language into still air. Even your name
is a pale ghost and, though I exhale it again
and again, it will not stay with me. Tonight
I make you up, imagine you, your movements clearer
than the words I have you say you said before.

Wherever you are now, inside my head you fix me
with a look, standing here whilst cool late light
dissolves into the earth. I have got your mouth wrong,
but still it smiles. I hold you closer, miles away,
inventing love, until the calls of nightjars
interrupt and turn what was to come, was certain,
into memory. The stars are filming us for no one.



Carol Ann Duffy




... Carol Ann Duffy . Glasgow . Reino Unido . 1955
    Versión Alfonso Aispuro
..... Imagen . Natalie Karpushenko

 

 

 .

mousike CCVIII ( edith piaf )

 

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025

 

.

escribir

 .

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025


escribir
para curar
en la carne abierta
en el dolor de todos
en esa muerte que mana
en mí y es la de todos

escribir
para ahuyentar la angustia que describe
sus círculos de cóndor
sobre la presa
aunque en el alma no
en el alma
la estimación del tiempo que concluye
y es arriba
algo más que un silencio
con ojos semiabiertos

escribir
como condescendencia y como rebeldía
sin elección
sin pausa
porque se va la luz, las fuerzas
se le acaban
y el ser se va de vuelo
en las garras de un ave
carroñera

escribir
para decir el grito
para arrancarlo
para convertirlo
para transformarlo
para desmenuzarlo
para eliminarlo
escribir el dolor
para proyectarlo
para actuar sobre él con la palabra

escribir
para descansar
(escribir que el sol, en invierno, es hermoso)
por no llorar tan dentro
tan a escondidas

escribir
hasta la extenuación
para que se derrame el dolor contenido
desde el inicio del mundo

escribir
para rebelarse
sin provecho
a pesar de la derrota ya prevista
porque no hay rebeldía que no esté justificada
ni violencia que no sea, en el fondo,
inocente.

escribir
con derecho al llanto

escribir para curar
escribir para guarecerse
escribir como si cerrase los ojos
para no cerrarlos
para mover la mano y seguir su curso
para sentirse viva
AÚN
para aplazar la angustia
como simulación
para guiar la mente y que no se desboque
para controlar lo controlable

escribir
como quien deja la luz encendida
y duerme de pie sobre sí mismo
para saldar las cuentas con el miedo

escribir
para reorganizar

escribir
sin hacer concesiones

escribir
como quien des-espera
para cauterizar
para tomarle las medidas al miedo
para conjurar
para morder de nuevo el anzuelo de la vida
para no claudicar

escribir
para apuntar al blanco

escribir
con palabras pequeñas
palabras cotidianas
palabras muy concretas
palabrasojo
palabras animales
palabrasbocadegato
ásperas por dentro y por fuera
suaves como “tal vez”
palabraslatigazo
como “demasiado” y “tarde”

escribir
para no mentir
para dejar de mentir
con palabras abstractas
para poder decir tan sólo lo que cuenta

decir que a las once
de la noche de hoy
mientras la luz calienta
el lado izquierdo de mi almohada
y la sábana verde se desdobla
en el espejo del armario
estoy en mí
en el lugar en que acostumbro
a encontrarme
en este aquí hecho de extraña
duración en lo mismo
repitiéndome
la carne dolorida
los huesos lastimados
los nervios, la piel
tirante, amoratada
el pelo encanecido
el grito sólo postergado
y hoy a las once
de la noche de hoy
mientras la luz calienta
el lado izquierdo de mi almohada

muere un niño
o dos o no sé cuántos
mueren y una anciana dice
sus últimas palabras
o no las dice y muere
y es otra la que habla
pero no habla, dice
apenas dice y muere
sin decir
apenas
nada
y algo se me atraganta
tal vez un alarido
largo como las once horas de esta noche
o tal vez la conciencia
que duerme encendida
como una lumbre la conciencia
de todos los que mueren
como una fogata
un espantoso incendio
que prende en las ventanas
de la ciudad y en el mar no se apaga
una conciencia absurda
una antorchahorizonte
la conciencia de todos los que saben
que se están acabando
en sus huesos de antorcha
hoy, mañana, siempre

escribir
todas las muertes son mi muerte
mi grito es el de todos
y no hay consentimiento
escribir

¿para consentir?
¡escribir para rebelarse!
no hay lugar para plegarias
no hay lugar para el sosiego
el ajuste de las almas
se hace en rebeldía

Estamos solas
y nos pertenecemos.
En nosotras está el poder
Somos un pueblo de almas
en rebeldía
¡Despertad!
Lo que escribo aquí
se traza en el aire
el dolor es la senda
el dolor es el medio
por el dolor la fuerza
que combate el dolor
y lo transforma
por el dolor deshago
mi dolor en lo ajeno
y el ajeno en el mío

escribir
para des-esperar
por todos los que están
por todos
los que fueron
los desaparecidos
escribir para cuidar
sus des
apariciones
para alimentarlas
para que no se enturbien
no tan pronto
no tan siempre
pronto

escribir
para desestructurar
para vencer
las estructuras
para contra
decir
lo dicho
para demoler

escribir
para desestimar
para aprender la delgadez del trazo
su vacío
habituarse a él
a su insignificancia

escribir
para insignificar

escribir
inútilmente
para ejercer lo inútil
para abrazar lo inútil
para hacer de la inutilidad un manantial

escritura como sortilegio
—Volé esta madrugada
más alto que ninguna otra vez

Cada noche, en la duración de un grito
viene una sombra nueva

Cada noche, en la duración de un grito,
un alma acude a mí.
La acojo.
En el grito.
Ella no dura. Sólo se abre.
Y hay que entrar. Suavizar.
No hay que recordar.
Tan sólo entrar.
Respirando.

escribir luego
para reforzar
los frágiles puentes
los conductos sutiles
con temor
de que se borren
en el espacio leve
entre lo presentido y lo sentido

escribir
para desescribir
para desdecir
para reorganizar
las consciencias y
que cada una cumpla
su ceguera
El espacio de las almas
ha de guardarse oculto
En la palabra está el engaño

escribir pues
para confundir
para emborronar
y, luego, volver a escribir
en el orden que conviene
el mundo que hemos aprendido

escribir
como quien cuenta los pasos que da
por no oír el silencio
como quien cuenta pasos — uno, dos —
y se salta el tercero —cuatro, cinco—
para ver si se ha ido
para comprobar
pero no: sigue estando
y ya no dejará de andar
para contar los pasos
hasta caer exhausto
en el silencio enorme que se ensancha
entre sus piernas como un charco
de sangre

escribir
porque el héroe se hace con el miedo
sobre todo su miedo
a partir de su miedo
se hace héroe el héroe
ahuecando el miedo
y llenándolo de acción
para entumecerlo
haciendo tiempo en lo hermoso
haciendo tiempo en lo vivo

yo no soy ningún héroe
yo sólo escribo
para colmar la distancia
entre mi miedo y yo

escribir
“Se pone un abrigo de cuero.”
escribir
“Un hombre joven se levanta del asiento.
Se pone un abrigo de cuero.
Lleva gafas oscuras.
Se vuelve.
Su espalda es ancha.
Se dirige a la puerta.
No sé qué hará mañana.
No le conozco.
Ha cruzado la vía.
El cristal me devuelve mis ojos
y esa tristeza que se mide en mis labios.
El hombre joven tal vez camina hacia una casa.
Tal vez sea su casa.”

escribir
“En mi rostro el paisaje
— atravesándolo —
el paisaje.”

escribir
“Tiene las uñas recortadas.”
escribir
“Se desprende, muy lenta, de una frase,
la desliza en el cuaderno y espera.
Tiene las uñas recortadas
y una blusa de encaje.
Lleva una bolsa de color violeta
en las rodillas.
Cuando respira hace juego
con los versos de Sylvia Plath.
Hay un desfiladero en su mirada
y no termina de cruzarlo.”

escribir
para confundir las palabras
y que las cosas aparezcan

(Campos de limoneros cargados con sus frutos. Y cañizales
separando sembrados. Y vinagreras cubriendo de oro las taludes… )

que las cosas presionen
que un mundo se abra paso
(Es invierno, y ya crecen el trigo y la alfalfa. Aún hay campos entre ciudades y hermosos pueblos y una anciana se sienta en un portal con un rayo de sol en su regazo. La tierra arada humea bajo el sol y los olivos jóvenes tensan sus cuerpos retorcidos hacia el cielo. Creciendo.
Crecer es ascender.
Crecer es ensancharse.
Crecer es romper límites.
Crecer es invadir…)

que estallen los cristales de mis manos
que abran ojos en las letras

(Hileras de olivos.
Sus sombras paralelas…)

escribir
para rastrear

escribir
para perdonar
para ser perdonado

¿dónde hallaré al sacerdote,
al mediador, aquel que tenga
conocimiento de los límites
y el poder de traspasarlos?
¿dónde hallaré a aquel
capaz de arder sin consumirse
y, entre los muertos y los vivos,
ecualizar
transformar, ¡bendecir!?

escribir
para hallar la paz
después de haber hablado
con los muertos

escribir
para sellar la paz
para conciliar
en mí
para perdonar en mí

escribir
la culpa misma que golpea y se licúa
en el pecho
y surte y es agua que mana
con fuerza y que nos une
agua que forma
remolino de amor irradiando

todas las culpas son
el mismo sufrimiento
el de existir queriendo
queriendo serlo todo
queriéndolo todo
y todo está en mis manos
en esta encrucijada donde permanecemos
el tiempo suficiente
para sufrirlo todo

en mi interior barrunto el gran estruendo:
todo el dolor del mundo me pesa entre los muslos

abrid los ojos: ¡ved!
es tan terrible vivir
¡quien sobrevive saluda!
morituri somos todos

toda la historia de tu estirpe
está presente y te reclama
como crisol
eres
la mediadora
operas
en ti misma el milagro
de la conciliación

y de repente soportas
el peso del mundo y su dolor
lo bebes todo entero.
Agradecida.

escribir
porque crujen las rodillas
y hay como un sueño
esperando ser soñado
justo detrás del dolor.

— Hoy observé las gaviotas.
He de volar muy alto esta noche.
He de volar sin lastre.
Hasta que amanezca.—

escribir
“otoño”
para recordar cómo
uníamos castañas con palillos de dientes
y surgían princesas y perros y dragones
y mi madre era hermosa
y ¿quién sabe? tal vez
fue feliz, también ella,
ese día.

escribir
para arquear el espinazo de las letras
a imagen del dolor
para trazar las líneas de la vida
líneas que se encogen
líneas retráctiles
como nervios apresados en la carne
como venas quebradizas
venenos infiltrados
en las arterias, líneas
que merodean en torno al corazón
calado por la angustia
y el cansancio
líneas como cables tendidos
entre una vida y otra menos vida
líneas ultracortas
líneas entrecortadas
líneas respiradero
líneas túnel
para desembocar
en el horizonte
recuperar allí
las fuerzas del principio pero
líneas quebradas
presionadas
oprimidas, líneas
de vuelta atrás
combadas sobre el tiempo
que queda
el tiempo que nos queda
termitero o volcán
vaciado por los seres (los insectos, la lava)
que operan desde dentro

líneas
de retroceso
¡si fuesen sólo al sueño!
pero no: más abajo.

escribir
como quien muerde un rayo
con los brazos en cruz

escribir
que sus pulmones se cerraron
como las alas de una
mariposa.
Dejó un rastro de polvo azul
en los dedos de quienes fueron
a tocarla

escribir
como aquel que se fuga de un hospital y arrastra tras de sí
las sondas, el goteo, la máscara de oxígeno y corre
sobre agujas envenenadas

¡Despertad!
¡nadie podrá evitarlo!
sólo es cuestión de tiempo
contad los gritos que dais
en el fondo del agua
¡Contad los gritos!

cada cual con su dolor a solas
el mismo dolor de todos

— Alguien disimula. Sonríe,
devuelvo la sonrisa. Sé
que para él ya oscureció.
También él lo sabe.
Pero se esfuerza. Todos
nos esforzamos.
Gritar es esforzarse.
Gritar es rebelarse.

escribir
porque alguien olvidó gritar
y hay un espacio en blanco
ahora, que lo habita

escribir
porque es la forma más veloz
que tengo de moverme

escribir
¿y no hacer literatura?
¡y qué más da!

hay demasiado dolor
en el pozo de este cuerpo
para que me resulte importante
una cuestión de este tipo.
Escribo
para que el agua envenenada
pueda beberse.



Chantal Maillard

 

 

 ... . Chantal Maillard . Bruselas . Bélgica . 1951 
............. Imagen . Polly__in_wonderland
 
 

 

 

 

.

fotografía

 .

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025


En mi escritorio hay una fotografía tuya
tomada por la mujer que entonces te amaba.

En algunas fotos su sombra aparece
en primer plano. En ésta,
su cuerpo no está tan lejos del tuyo.

¿Levantabas la cabeza de ese modo
porque ella te amaba?

Ella no es invisible, ni
mi enemiga,
ni siquiera el pasado.
Creo
que amo las cosas que ella amaba.

De todas tus viejas fotografías, yo quería
ésta por lo que anuncia. Creo
que empezabas
a volver un poco la cabeza,
la mirada desviada un poco hacia un lado.

¿Era éste el comienzo de tu despedida?

 

 On my desk is a photograph of you
taken by the woman who loved you then.

In some photos her shadow falls
in the foreground. In this one,
her body is not that far from yours.

Did you hold your head that way
because she loved it?

She is not invisible, not
my enemy,
nor even the past.
I think
I love the things she loved.

Of all your old photographs, I wanted
this one for its becoming. I think
you were starting
to turn your head a little,
your eyes looking slightly to the side.

Was this the beginning of leaving?


Gabeba Baderoon




.  Gabeba Baderoon . Puerto Elizabeth .  Sudáfrica 
   Versión . Jonio Gonzalez  
... Imagen . Daniel Murtagh 

 

  

 

 .

libre

 .

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025



El mundo es una torre de marfil, en vano
busco una puerta en sus paredes curvas.
Parezco una actriz representando a un borracho,
camino tratando de hacer una línea recta,
nunca eses. No soy una profesional
de la actuación, ni siquiera me lo parezco,
pero caminaré tratando de hacer una línea recta.
A veces me siento frente al ordenador y busco
toda clase de cosas, desde zapatos hasta amor.
Y sí, todo lo encuentro allí, porque el mundo es una torre
y estoy atrapada con todo lo demás, es inevitable.
Cuando me miro al espejo me sorprende lo común
que parece mi rostro, y me digo:
es bueno ser tan común, no te asustes.
Vuelvo a sentarme frente al ordenador y encuentro
las mismas cosas, todo, todo, hasta el amor.
Y allí mismo, tecleando,
trato de comprender
por qué me siento libre en la jaula del pájaro.

 

 Lauren Mendinueta

 


. Lauren Mendinueta . Barranquilla .  Colombia . 1977
.... Imagen . Jane Bown .  Sinead O'Connor .  1992
 
 

 

 

 

 .

insomne

 .

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025


Dormir con los ojos abiertos, bien abiertos
Dormir alerta
Dormir de pie, con la frente apoyada en el vano del día
Residir la noche toda en la pura presencia de la letra
Aleph   Beth   Yod
el rasgo el trazo-cifra

Residir la noche entera en la vigilia
Residir la noche toda insomne
Residir la vida toda en duermevela
porque sentir es más que ver y más aun es fundirse

Residir la noche en el velo de la noche
Residir la noche toda en el alba
Residir la noche toda en el alba pura y plena
Residir la noche en el umbral de la noche
Residir la noche entera
del otro lado del sueño

Residir la noche en el mar profundo
en la vigilia del mar
Residir la noche toda en lo profundo
y ver la noche toda reflejada en la noche
y el fluir de los peces cortando a pique el cielo
el canto de los peces cortando el cielo
y las lustrosas yemas de las algas cimbreando
punteando
la noche oscura del agua
los mascarones fantasmas de los buques del sueño
los mascarones en el aire azul flotando
maridándose con las almas

Residir la noche en el borde de la noche
abajo, donde mora el reflejo verdadero
más allá, donde mora la luna,
no su reflejo
sino su cara de plata verdadera

Tejer la noche con el alba, el alba con el día
el día con el estridor del despertar
las trompetas del día
los metales vibrantes de la orquesta del día

Residir en la llama, en su bóveda azul fría,
en el vibrante azul inofensivo
refugio, templo, iglú en el origen del fuego
estar en el centro y verlo
estar en el centro y hablarle
estar en el centro y no temer
y que no sea temible
sólo belleza pura
oro
y poder verla de frente y verla
y que no sea temible aunque lo sea
SUSPENSIÓN
de todo ,
de todos los sentidos
de lo corpóreo y frágil, vulnerable, mortal, hirsuto
de todos los sentidos

Suspensión del sentido para ver lo pleno
Suspensión del sentido para oír lo pleno
Suspensión del sentido para oler y tocar
gustación de lo pleno
Suspensión del sentido para sentir lo pleno
Suspensión de todos los sentidos para el sentido pleno

Lo múltiple y uno
Lo intraducible
El eco
perfecto y pleno

Porque hay verdad y hay ecos
Hay verdad y hay sombras
Hay verdad y hay la flagrante arquitectura que la cubre y la oculta y la rodea
y la mina y la cerca y distorsiona
Hay verdad y hay espejos
Hay verdad y hay espejos que la cercan
Hay verdad y hay espejos
que traen del sueño la rama que lo prueba
Y hay verdad y hay espejos
que desdicen
hasta los rosados dedos de la aurora




Mercedes Roffé


. Mercedes Roffé  . Buenos Aires . Argentina  . 1954 
...    Imagen . Rimel  Neffati
 
 
 

 

 

 

.

vino

 .

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025

No cabía en sus manos, no cabía en sus pies, no cabía en su alma
cuando vino. Como una cebra montaraz, pequeña, como el pelaje de
una oveja descarriada. Como escribir un poema en la mañana fría;
como no escribirlo y dejar que suceda.

Deshizo para siempre el emblema de la memoria e incendió las
tierras alambradas, buscó el néctar pasado entre el humo, y no
encontró nada. Antes de irse, rompió el cántaro y selló la fuente.

Vino y trajo el mundo nuevo, y hablamos de ciudades como
cartas marcadas, de Praga y de Lisboa y del tren que nos
llevaría a Cascais mientras leíamos como si fuéramos un poeta
cetrino y su fantasma. Como si fuéramos la piedra y la honda.
La taza de plata de la que bebe el ogro y la medalla de oro que
luce la ogresa. Lo que oculta y nombra. Lo que nombra y lleva.

Vino como el tumulto salvaje del corazón salvaje, y me hizo conocer
el relámpago y la selva verdadera, y olimos el aire de una gruta donde duermen murciélagos centenarios.
Vino para hacerme tocar el río austero, enemigo y reflejo del cielo.
Vino para nombrar a Héspero, la mirada del vigía en la tormenta,
el filo del cuchillo en la oscuridad de una casa ajena.
Vino para secar el mar amargo, para que la sagrada espesura del bosque vuelva a cerrarse,
para que el lobo rompa su clausura
como quien congela el metal de un candado y lo parte en dos.

 

Teresa Arijón



.  Teresa Arijón . Buenos Aires . Argentina . 1960
... Imagen  . Tommi Viitala
 
 
 

 

 

 

 .

me mataron

 

.

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025

 


Me mataron por araña,
por fea,
por indeseada.
Me mataron por vivir de noche,
por habitar lo oculto.
Me mataron por tener colmillo
y por la anchura de mi abdomen.
Me mataron por los pelos de mis piernas
y por el tamaño de mis manos.
Me mataron por desafiar la ley del movimiento.
Me mataron por cíclica,
por octagonal,
me mataron por caminar pa’trás y para’lante.

Me mataron por hacer mi casa.
Me mataron por entrar a una casa.
Me mataron por no tener casa.

Me han matado sólo por verme y por saber que existo
con la idea de que otras como yo
―feas, grandes y peludas―
somos peligro y amenaza.

Me mataron sin piedad,
sin vergüenza,
sin aviso.
Me mataron para poder decir
que yo soy la que mata.

 

Cybèle Cébyle

 

 

. Cybèle Cébyle . Yucatán . México. 1994
..... Imagen .  Ann Hamilton
 
 

 

 

 .

  .

quiet moments

 .

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025


 Busco alimentos ricos en litio
para dejar de llorar.


Así anda la cosa:
cada uno dando manotazos al aire,
con la herida abierta y sin saber / siquiera
dónde coño está
la mano del otro.

 


Yolanda Ortiz Padilla



. Yolanda Ortiz Padilla  . Jaén . España .1981
... Imagen. Lise  Sarfati

 

   

 

 

 .

otra mirada CLXXII (joseph mallord william turner )

 .

Buenos Aires a los veintisiete días de abril del 2025

 


A Hulk or Hulks on the River Tamar: Twilight

Honfleur, Normandy from the West

 

J. M. W. Turner

 

.


todo lo que necesito

 .

Buenos Aires a los dieciséis días de febrero del 2025


Algo que me proteja de la lluvia, de la nieve, del viento:
un toldo, un techo, un muro, una tela.
Necesito agua corriente. Unos cuantos pantalones. Una manta. Un pañuelo.
Un agujero en el suelo para que la comida no se estropee,
otro agujero en el suelo para los excrementos.
Algo sobre lo que poner el cuerpo cuando esté cansada:
una franja seca del suelo, un colchón, un futón, una hamaca.
Necesito papel, papel, algo para escribir, papel, algo para escribir, sellos.
Necesito tranquilidad. Té, cantidades de té con una pizca de leche.
Un nuevo libro de vez en cuando.
Y necesito un brazo que no sea mío, una mano para que me
acaricie la entrepierna, la espalda, el cabello. Tal vez
un cuerpo para que se eche a mi lado, se funda con el mío en algo
majestuoso. Y que eso luego se descomponga. Necesito un toque
que germine la soledad. Necesito el vacío. No es mucho.
Y creo un mundo, un mundo propio entre los mundos,
un cuerpo, un árbol, un cielo, un intercambio de miradas conmigo misma.
No es mucho. Lo básico.


Nekaj, kar me ščiti pred dežjem, snegom, vetrom:
tendo, streho, steno, tkanino.
Potrebujem tekočo vodo. Nekaj ​​hlač. Odeja. Robec.
Luknja v zemlji, da se hrana ne pokvari,
še eno luknjo v zemlji za iztrebke.
Nekaj, na kar lahko oblečete svoje telo, ko ste utrujeni:
suh trak na tleh, vzmetnica, futon, viseča mreža.
Potrebujem papir, papir, nekaj za pisanje, papir, nekaj za pisanje, znamke.
Potrebujem mir. Čaj, količine čaja s kančkom mleka.
Vsake toliko nova knjiga.
In potrebujem roko, ki ni moja, roko, ki mi pomaga
božal mednožje, hrbet, lase. mogoče
telo, da se uleže poleg mene, se zlije z mojim v nekaj
veličasten. In to se potem razgradi. Potrebujem dotik
naj osamljenost vzklije. Potrebujem praznino. Ni veliko.
In ustvarjam svet, svoj svet med svetovi,
telo, drevo, nebo, izmenjava pogledov s seboj.
Ni veliko. Osnove.



Anja Golob

 


.  Anja Golob .Slovenj Gradec . Eslovenia .  1976
   Versión .  Barbara Pregelj 
... Imagen .  Maurycy Gomulicki

 

 

 .