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Buenos Aires a los catorce días de agosto del 2023
Madreselva. Vara de oro. Di otoño.
en tus ojos.
Say autumn despite the green
in your eyes.
Ocean, no tengas miedo.
El final del camino está tan adelante
que ya lo dejamos atrás.
No te preocupes. Tu padre sólo es tu padre
hasta que alguno de los dos lo olvide. Así como tu columna
no recordará sus alas
sin importar cuántas veces
se doblen tus rodillas. Ocean,
¿me escuchas? La parte más hermosa
de tu cuerpo es donde sea
que caiga la sombra de tu madre.
Aquí está la casa con la niñez
reducida a una cerca de alambre rojo.
No te preocupes. Sólo llámala horizonte
y nunca la alcanzarás.
Aquí está hoy. Salta. Te prometo que no es
un bote salvavidas. Aquí esta el hombre
con brazos lo suficientemente amplios para abarcar
tu partida. Y aquí el momento, justo
después de apagar las luces, en el que aún puedes ver
la antorcha débil entre sus piernas.
Cómo la usas una y otra vez
para encontrar tus propias manos.
Pediste una segunda oportunidad
y te han dado una boca donde vaciarte.
No tengas miedo, los disparos
son sólo el sonido de la gente
tratando de vivir un poco más. Ocean. Ocean
levántate. La parte más hermosa de tu cuerpo
es a dónde se dirige. Y recuerda,
incluso la soledad es tiempo
que pasas con el mundo. Aquí está
el cuarto con todos adentro.
Tus amigos muertos atravesando
tu cuerpo como el aire
las campanas de viento. Aquí un escritorio
con una pata coja y un ladrillo
que la sostiene. Sí, aquí hay un cuarto
tan cálido y sanguíneo
que, te juro, al despertar
vas a creer que estas paredes
son de piel.
The end of the road is so far ahead
it is already behind us.
Don’t worry. Your father is only your father
until one of you forgets. Like how the spine
won’t remember its wings
no matter how many times our knees
kiss the pavement. Ocean,
are you listening? The most beautiful part
your mother’s shadow falls.
Here’s the house with childhood
whittled down to a single red tripwire.
Don’t worry. Just call it horizon
& you’ll never reach it.
Here’s today. Jump. I promise it’s not
a lifeboat. Here’s the man
whose arms are wide enough to gather
your leaving. & here the moment,
the faint torch between his legs.
How you use it again & again
to find your own hands.
You asked for a second chance
& are given a mouth to empty into.
Don’t be afraid, the gunfire
is only the sound of people
trying to live a little longer. Ocean. Ocean,
is where it’s headed. & remember,
loneliness is still time spent
with the world. Here’s
the room with everyone in it.
Your dead friends passing
through you like wind
through a wind chime. Here’s a desk
with the gimp leg & a brick
to make it last. Yes, here’s a room
so warm & blood-close,
I swear, you will wake
& mistake these walls
for skin.
Ocean Vuong
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