Versión . Mario Bojórquez
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A dos pasos del infierno
está tu beso
ese que aún no me das,
pero que intuyo
tanto ignoro de vos,
igual
te elijo entre los hombres
me afilio a tus pestañas
proclamo el renacer
del fuego en extinción de los amores
que valen el intento.
A tres días del dolor
el purgatorio decide prescribirme
la pena ambulatoria
endeble libertad bajo palabra
por eso aprovechemos
mientras siga en proyección
este holograma.
Débora Benacot
... Débora Benacot. Mendoza. Argentina. 1976
Y hay, entre todos los que se aman, algunos que no pueden
lograr el descanso en los brazos del amado. A esos,
la serenidad del corazón no los alcanza, y les toca el trabajo
constante de inventar -para poder saber el uno del otro-
un lenguaje de señas semejante al de los barcos
que a través de luces o sirenas se llaman en la noche,
a veces se responden, otras veces se ignoran y se vuelven
solitarios y callados como las criaturas
del fondo del mar.
Claudia Masin
. Claudia Masin . Prov. de Chaco . Argentina . 1972
Así haciendo la noche morado dentro de la noche
el dolor en el dolor el genio y su extravagancia
la religiosidad es muda y calla trayéndose
consigo lúgubre llamas que no piden gracias
sino sólo el sentido del fuego sino sólo el ardor
del sentimiento
se comen aguas por todas partes
como si ninguno hubiera jamás asesinado
un cordero o hallado buena la carne
se comen cosas absurdas
sobre una fingida servilleta donde cada cosa está
por extravagancia y no
por hambre sola.
Alda Merini