veo veo XX (duane michals)


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Nude Observed



Para escribir canciones de hadas es preciso mezclar el canturreo de un nido de colibríes
 el silencio de los champiñones, el sonido de las pequeñas águilas salvajes creciendo,
 el rugido del océano en una concha marina, el zumbido de una chaqueta amarilla, 
un dado para la oportunidad, el jugo de una cereza para trazar notas, 
un trébol de cuatro hojas para tener suerte 
y una bola de cristal para ver lo que te dicen las notas

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Duane Michals escribe al pie del retrato de una naturaleza muerta estas palabras, que  sirven como receta para contar de forma literaria y fotográfica cuentos o canciones de hadas.
Cuando comenzó a garabatear sobre una fotografía en los sesenta, hacerlo era pecado mortal; máxime si la herejía se cometía sobre una toma fabricada de antemano en un contexto pletórico de instantes decisivos, como eran los años sesenta, considerados la edad de oro de la imagen instantánea.

Fue precursor de la denominada "fotografía fabricada". En las imágenes que siguen esa técnica, el autor se aparta de la realidad mediante la construcción de minuciosas escenificaciones, que posteriormente registra con la cámara. De esta forma se desarrollan relatos muy personales, provenientes del yo más profundo, cuya única intención consiste en potenciar enigmas. Michals retrata el otro lado del espejo, fascinado por las historias de Alicia en el país de las maravillas, del escritor británico Lewis Carroll.

El fotógrafo es también poeta, con muchos tics de Cavafis, a quien considera una especie de hermano muerto, y con influencias de Walt Whitman. Michals es, asimismo, filósofo, actor y director, con obsesiones similares a las recurrentes de los guiones de Woody Allen. Sólo que entre sus fantasmas, en lugar de los estereotipos judíos, están los del cristianismo, al estar profundamente marcado por su educación en la religión católica.

Michals es un calígrafo, dibujante y pintor que encuentra en los pintores Magritte -con su obsesión por el doble- y Balthus los referentes básicos de su arte. Las influencias de estos artistas convergen, dialogando entre sí, en las fotos de Duane Michals, cuyo lema es: "Nunca intentes ser un artista; simplemente haz tu trabajo, y si el trabajo es honesto, se convertirá en arte".

Las imágenes de Michals han servido de punto de partida para numerosas reflexiones y ensayos. Cuando comenzó a escribir y a caligrafiar sobre las fotografías, chocó con la crítica estadounidense más conservadora de los años sesenta. Le ocurrió igual que a su colega Krims, cuyos textos concisos y bellos desnaturalizaban el concepto conservador que se tenía del medio.

Son muchos los trabajos realizados sobre la obra de Michals, y entre ellos destaca el de Michel Foucault, que sobre las anotaciones de los pies de foto del fotógrafo señala: "La visión de estas palabras escritas sobre una página me agrada. Es como una señal que he dejado detrás de mí; es como una extraña huella, indecisa, que prueba que he pasado por allí".Michals tenía claro que una fotografía admite infinidad de reproducciones conseguidas por diversos métodos, pero también sabía que nadie podía duplicar el original de sus pensamientos manuscritos, incorporados estructuralmente a una foto: "Nadie puede reproducir mi escritura, mientras que cualquiera puede hacer una copia de mis registros".

Foucault escribió de él que en ese contexto de "placeres e inquietudes", a través de sus secuencias, incorporó a la historia del medio unas "nuevas maneras de ver". Michals no inventó la secuencia fotográfica, pero la impuso durante las últimas décadas.



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Pd. vía  El País


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