monsieur modigliani

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"Cuando conozca tu alma pintaré tus ojos"


Modigliani.


Amedeo Clemente Modigliani no fue un maestro, porque no dejó discípulos. Su obra no tuvo continuadores, tal vez porque es demasiado personal y única.
En una época en que los artistas producían abundantes declaraciones de principios, manifiestos, definiciones absolutas, y formaban grupos desafiantes y aguerridos, Modigliani pintó y esculpió fuera de cualquier programa. En medio de la resaca de la producción de aquellos años, su obra emerge con una pureza y una fuerza que el tiempo no hace sino resaltar con brillo cada vez más nítido.


En 1898 le escribía a su amigo, el pintor Oscar Ghiglia: "Quisiera que mi vida sea un torrente fértil que recorra la tierra con alegría. Soy rico, estoy lleno de ideas, y sólo necesito trabajar. [...] Un burgués me dijo, hoy -con la intención de insultarme- que mi cerebro estaba siendo desperdiciado. Me hizo mucho bien. Todos deberíamos recibir un recordatorio como ese cada día."


Modigliani integra la pléyade de los genios, precisamente porque posee su propio estilo, sus temas y sus maneras, elementos que no todos los artistas pueden exhibir.
Pintó figuras humanas: desnudos y retratos; con una refinada estilización, formas elegantemente alargadas, un cálido colorido, casi sin contrastes entre luces y sombras. Al mismo tiempo, sabía reproducir la personalidad del retratado con gran agudeza.
Modigliani pintaba a sus personajes sin pupilas. En lugar de éstas, nos encontramos con un enigmático vacío que provoca un efecto sorprendente: como si alguien nos dirigiera una mirada cargada de misterio. Lo paradojal de ese "efecto de las pupilas ausentes" es lo que determina el "campo de atracción" en sus telas.


Aunque el artista italiano se convierte pronto en un personaje característico de la bohemia artística de la ciudad, siempre se mantendrá al margen de cualquier movimiento más o menos organizado. En 1907 conoce al que será su primer mentor en París, Paul Alexandre, médico que había creado una suerte de falansterio de artistas en un edificio ocupado de la rue Delta. Persuadido por éste, Modigliani presenta en el Salón de los Independientes del año siguiente seis obras en las que se distingue la huella de Cézanne. Esta influencia, junto con la de Toulouse-Lautrec, Gauguin y el Picasso de la época azul, marcan la obra de Modigliani hasta el final de la primera década del siglo.


Poco a poco consigue vender obras, pero su salud empeora y se agrava su dependencia de las drogas y del alcohol, muere en enero de 1920. La primera exposición individual del pintor italiano  realizada en la galería de Berthe Weill, es clausurada por la policía a causa de unos desnudos -calificados de inmorales-que se mostraban en el escaparate de la sala. 




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