Buenos Aires, tercer martes del cuarto mes de 2010.
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"Donde el alma no trabaja junto con las manos, ahí, no hay arte"
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Leonardo Da Vinci
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"Donde el alma no trabaja junto con las manos, ahí, no hay arte"
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Leonardo Da Vinci
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Omar Galliani . Montecchio Emilia (Italia) Ha participado en tres Bienales de Venecia, así como en numerosas exposiciones internacionales, la más reciente fue en China.
Desde los años 80, Galliani ha exhibido una conciencia casi clarividente de ricos matices espirituales y de una dinámica que combina la serenidad de la meditación, mantra que juega con la espiritualidad y la iconografía.
Utiliza lápiz, pastel y tinta en sus obras, empleando las mismas habilidades clásica del claroscuro y el sfumato, como Leonardo da Vinci, de esa excelente tradición surge su trabajo, en una variación continua de dibujo con diferentes materiales y en distintos soportes , a fin de expresar posibilidades aún no exploradas.
Los rostros de sus figuras son a veces cubiertos de marcas de expresión o "tatuajes", que crean la impresión de velo.
A través de esa experimentación, inyecta sensualidad en su fuerza expresiva, que reúne la emoción, el erotismo, el pensamiento, la reflexión y el sentido de la contemplación infinita en la expresión y la estatura de su figuración.
Esta combinación es el resultado de la superposición de signos que crean la imagen y se hace visible por la brillante y luminosa superficie del grafito negro que hace hincapié en las venas de la madera blanca. (uno de sus elementos)
La complejidad del trabajo Galliani está en la textura donde la perfección técnica, el talento, la creatividad se combinan con la sensibilidad y la cultura, un universo donde el trabajo es como una fe: la vida, las mujeres, los nuevos mitos y la sabiduría antigua tiñen su obra de una profunda belleza.
Desde los años 80, Galliani ha exhibido una conciencia casi clarividente de ricos matices espirituales y de una dinámica que combina la serenidad de la meditación, mantra que juega con la espiritualidad y la iconografía.
Utiliza lápiz, pastel y tinta en sus obras, empleando las mismas habilidades clásica del claroscuro y el sfumato, como Leonardo da Vinci, de esa excelente tradición surge su trabajo, en una variación continua de dibujo con diferentes materiales y en distintos soportes , a fin de expresar posibilidades aún no exploradas.
Los rostros de sus figuras son a veces cubiertos de marcas de expresión o "tatuajes", que crean la impresión de velo.
A través de esa experimentación, inyecta sensualidad en su fuerza expresiva, que reúne la emoción, el erotismo, el pensamiento, la reflexión y el sentido de la contemplación infinita en la expresión y la estatura de su figuración.
Esta combinación es el resultado de la superposición de signos que crean la imagen y se hace visible por la brillante y luminosa superficie del grafito negro que hace hincapié en las venas de la madera blanca. (uno de sus elementos)
La complejidad del trabajo Galliani está en la textura donde la perfección técnica, el talento, la creatividad se combinan con la sensibilidad y la cultura, un universo donde el trabajo es como una fe: la vida, las mujeres, los nuevos mitos y la sabiduría antigua tiñen su obra de una profunda belleza.
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