nos merecemos

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Buenos Aires a los  veintidós  días de enero del 2020



Me merezco que me quieran con locura,
El té de menta,
Las frutillas bañadas en chocolate.

Me merezco a Vivaldi un día de lluvia, el sol, la playa y el aire.
Me merezco los besos, las gracias, el buen sexo.
Me merezco el libro que leo, el aroma a febrero, tus ojos de cielo.

Me merezco todos mis amaneceres, el primer mate del día, el ronroneo de mi gata, el placer de escribir, los audios interminables de la gente que me nutre oír.

Me merezco que me elijan para compartir vida.
Me merezco ser declarada y nunca clandestina, estar en las fotos que quiero figurar y cada viaje que hice.

Me merezco caminar en la noche y remolonear los domingos.
Mis tiempos, mis espacios, los cafecitos solitarios, los bailes desenfrenados, fumarme un mentolado.

Merezco los piropos sinceros. Los mimos, los abrazos, los ‘te quiero’.
Merezco los regalos sorpresa. La emoción del avión que despega. La paz y el sosiego.

Me merezco las palabras de aliento, la compasión, los vínculos sanos.
Me merezco vivir lejos del drama.
Me merezco la sonrisa, el buen trato, el saludo.

Me merezco que buenas cosas me ocurran, saber quién soy, que me dejen ser.
Me merezco que contesten un mensaje, que devuelvan una llamada, que me escuchen.
Me merezco mi tiempo de tristeza y mi tiempo de alegría.

Me merezco no ser violentada, ni callada, ni agobiada, ni avasallada.
Me merezco ser feliz. Darme mil oportunidades.
Me merezco. Te mereces. Nos merecemos.

Declaro vivos todos los merecimientos del mundo.
Porque tengo claro que me enseñaron a no merecer. Y me lo creí.



Simone Seija



. Simone   Seija . Montevideo . Uruguay . 1968
.....Imagen   Dean Martindale







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