sincopado

.
Buenos  Aires a los veintidós días de octubre  del 2017

Para decir: piedra
pez, viento, paloma,
tuve que vivir.
Para nombrar un barco,
Para decir estela,
horizonte de mar, bahía,
tuve que vivir.
Para virar,
para guiarme por las estrellas,
para seguir un rumbo fijo,
tuve que vivir.
Para señalar el Norte,
para enviar un mensaje:
hermosas días, hermosas noches,
tuve que vivir.
Tuve que vivir
para decir caballo: mi caballo.

Todo debió pasar
por mis pies, por mis manos,
tocarme, golpearme,
penetrar mi piel
como el lento acoso de una fiera.
Para afirmar: “este es el aire
y el fuego”,
“esto lo líquido y lo sólido”,
y que aire, fuego,
líquido,
sólido,
desnudaran su corazón de medusa,
su confundido aroma.
Más allá de todas las preguntas,
por encima de todas
las tentaciones,
tuve que vivir.

Para decir una palabra,
para decir una sola
palabra,
la primera palabra
y la última,
para que naciera esa palabra,
tuve que vivir.


Rafael Felipe Oteriño



. Rafael Felipe Oteriño . La Plata . Argentina . 1945
... Imagen . Tuane Eggers







.