mezquinos, de pocas luces, híbridos, hediondos, con sarro.
Los corazones arvejitas, los corazones hígado de pato. Los que se hacen la
mosquita muerta, duermen la siesta, te observan de reojo y despiertan
cantando como locos. Están los corazones que no te verán nunca jamás, los
que te vieron y no viste, espiando, la ñata contra el vidrio.
El corazón estreñido, el corazón bofe, de pompa y circunstancia, corazón de
lo que el viento se llevó.
Los puro cuore, purapinta y nada más que blablablá
Los flor de ceibo, de morondanga y de madera terciada.
Los corazones mersa y murga, el corazón de querer y no poder,
Corazón mitómano y bífido.
Hay corazones en remojo de vinagre, oporto y en champagne
corazones que te traen yeta y que los parta un rayo
corazón donde estás y “por qué dejaste sola a la pobre Lu”
corazones arrugados y almidonados
corazones que más vale perderlos que encontrarlos
Corazones al bies y en falsa escuadra.
Corazones oro plata platino y mucha esmeralda
corazones que te pasan factura
corazones fuente de Juvencia
y gloria de Dios al anochecer en Galilea
Corazones cenicientos, nomeolvides
Dama de corazones, corazonadas aceptar.
Luisa Futoransky
. Luisa Futoransky . Buenos Aires . Argentina . 1939
... Imagen . Tuane Eggers
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