Versión .Ernestina de Champourcin
la tonalidad de la luz
Versión .Ernestina de Champourcin
tú
.
Tú apareces,
tú te desnudas,
tú entras en la luz,
tú despiertas los colores,
tú coronas las aguas,
tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor,
tú rematas la más cegadora de las orillas,
tú predices si el mundo seguirá o va a caer,
tú conjuras la tierra para que acompase su ritmo a tu lentitud de lava,
tú reinas en el centro de esta conflagración
y del primero
al séptimo día
tu cuerpo es un arrogante palacio
donde vive
el
temblor.
robasueños
. Alejandra Pizarnik . Buenos Aires . Argentina 1936 . 1972
... Foto. ¿?
columpio vacío
la nave va
Hanni Ossott
. Hanni Ossott . Caracas . Venezuela. 1946 - 2002
no me quites el agua
Victor Hugo
Entre tus piernas
el mar me muestra extraños arrecifes
rocas erguidas corales altaneros
contra mi gruta de caracolas concha nácar
tu molusco de sal persigue la corriente
el agua corta me inventa aletas
mar de la noche con lunas sumergidas
tu oleaje brusco de pulpo enardecido
acelera mis branquias los latidos de esponja
los caballos minúsculos flotando entre gemidos
enredados en largos pistilos de medusa.
Amor entre delfines
dando saltos te lanzas sobre mi flanco leve
te recibo sin ruido te miro entre burbujas
tu risa cerco con mi boca espuma
ligereza del agua oxigeno de tu vegetación de clorofila
la corona de luna abre espacio al océano
De océano los ojos plateados
fluye larga mirada final
y nos alzamos desde el cuerpo acuático
somos carne otra vez
una mujer y un hombre
entre las rocas.
Gioconda Belli.
. Gioconda Belli . Managua . Nicaragua . 1948
ersatz
Oh, ¿Qué es lo que te aflige, caballero de armas
Solitario y deambulando débilmente?
El junco se marchita en el lago
Y ningún pájaro canta.
Oh, ¿Qué es lo que te aflige, caballero,
Tan demacrado y tan lleno de dolor?
El granero de la ardilla está lleno
Y la cosecha ya ha sido recogida.
Veo un lirio en tu frente
Con la agonía de las gotas de febril rocío
Y en tu mejilla una rosa que rápida,
se desvanece al marchitarse
Conocí a una dama en los prados
de completa belleza, una niña de las hadas;
Su pelo era largo, su caminar ligero
Y sus ojos salvajes
Hice una guirnalda para su cabeza
Brazaletes también, que la llenaron de fragancias;
Ella me miró al hacerme el amor
Con dulces suspiros.
La senté en mi corcel
Y nada más vi durante el resto del día
A mi lado ella se recostó, y cantó
Una canción de las hadas.
Ella me encontró raíces de dulce sabor
Miel salvaje y maná del rocío
Y en un lenguaje ciertamente extraño dijo-
‘Te amo’
Ella me llevó a su cueva encantada
Y allí lloró, y suspiró dolorida,
Y allí con cuatro besos
cerré sus ojos salvajes..
Y allí me cantó hasta dormirme
Y allí soñé – ¡Oh! ¡Maldito sea!
El último sueño que tuve
En la pendiente de la fría colina.
Vi pálidos reyes, y princesas también,
Pálidos guerreros, todos con la palidez de la muerte;
Ellos gritaban – ‘¡La bella dama sin piedad
Te ha esclavizado!’
Vi sus hambrientos labios en la penumbra
Bien abiertos, advirtiendo
Y desperté, y me encontré aquí,
En la pendiente de la fría colina.
Por eso me encuentro aquí
Solitario, deambulando débilmente,
Aunque el junco se marchite en el lago
Y ningún pájaro cante.
John Keats
rivière
Qué película te gustaría ver?
¿Qué canción te gustaría oír?
Esta noche no tengo a nadie
A quien hacerle estas preguntas.
Me escribes desde una ciudad que odias
A las nueve y media de la noche.
Cierto, yo estaba bebiendo,
Mientras tú oías Bach y pensabas volar.
No creí que iba a recordarte
Ni creí que te acordarías de mí.
¿Por qué me escribiste esa carta?
Ya no podré ir solo al cine.
Es cierto que haremos el amor
Y lo haremos como me gusta a mí:
Todo un día de persianas cerradas
Hasta que tu cuerpo reemplace al sol.
Me escribes que tendremos una casa
Aunque yo he perdido tantas casas.
Aunque tú piensas tanto en volar
Y yo con los amigos tomo demasiado.
Pero tú no vuelves de la ciudad que odias
Y estás con quién sabe qué malas compañías,
Mientras aquí hay tan pocas personas
A quien hacerles estas simples preguntas:
"¿Qué canción te gustaría oír,
Qué película te gustaría ver?
¿Y con quién te gustaría que soñáramos
Después de las nueve y media de la noche?
cuerpo extraño (perfume a miyake)
no contestar tus llamadas, no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común y no volver a verte,
circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo.
susurros para una niña (melodía cadenciosa)
Entornaré tus ojos si prometes soñarme.
Compréndeme, no es fácil velar por alguien siempre:
a veces necesito saber que tienes miedo.
Cuando sepas hablar, dame mi nombre;
diciéndome papá habrás hecho bastante.
En invierno no abrigues demasiado
tu cuerpo de princesa, más útil y más noble
es irse acostumbrando a resistir.
Acepta golosinas de los desconocidos
(no está el mundo como para negarse)
pero apréndete esto en cuanto puedas:
más frecuente es lo amargo, que te ignoren,
y no los caramelos.
Te enseñaré a leer fuera del aula
y llegada la hora quiero que escribas «mar»
sobre los azulejos del pasillo.
Cuando cruces por fin la calle sola
sabrás que el riesgo y la velocidad
perseguirán tus días para siempre.
No creas que en el fondo no soy un optimista:
de lo contrario tú no estarías ahí
cuidando que te cuide como debo.
Como ves, desconfío
de quienes no veneran el asombro
de estar aquí, ahora.
Existe la alegría, pero duele;
tendrás que conseguirla.
Y cuando la consigas tendrás miedo.
Andrés Neuman
(Palabras a una hija que no tengo)
. Andrés Neuman . Buenos Aires . Argentina. 1977
yo no sé qué me hicieron tus ojos VIII ( ¿o sí? )
Nada hay Amor. Nada. Ni brazos emergiendo de los bosques con dedos inclinados.
Unos sonidos de tijeras anuncian la levedad. ¿Quiénes se aman? ¿Podemos sentir el roce de sus labios como el ala de una avispa? ¿Cómo Amar sin sentirse frente a un espejo construyendo un rostro?
Nada Amor. Ni el ademán de leer las huellas de los rostros grabados en la almohada. Las manos pueden cerrase y conservar un eco para luego liberarlo en un cuarto de baño. Todos somos ojos de una misma cabeza. Nada hay Amor.
Puede verse con claridad, cuando intentas en mitad de la noche, rehacer nuestros fantasmas famélicos y heridos. Suavemente el Cielo cambia sobre nuestras cabezas y nos hace danzar frenéticos sobre nuestros pies de toros y el decir: nada hay Amor, no sea nuestro desvalido apego en matar y devorar la presa.
.Samuel Bossini . Santiago del Estero Argentina .1957
... Imagen. Nanni Mensch
desde adentro (contemplación)
Un día volveré a tus ojos
y comenzaré de nuevo
volveré con un sonido hueco de metal
y sol mojado
buscaré entre los papeles del tiempo
tu cuerpo verde y tus cabellos de uva
te coronaré en silencio con mi boca
y con mis manos que no terminan
Volveré por ti y por tu sangre estrellada
viendo pasar la tarde como una sombra antigua
algo se romperá allá arriba y no seremos nosotros
algo se quemará de pronto con el eco de tus sábanas
Y volveré más vivo, más puro, más hambriento
y volveré volando y desgarrando plumas
todo lo haré por ti, todo en silencio
que hasta los gallos prolongarán la noche
cuando te vean desnuda.
Mario Meléndez.
. Mario Meléndez . Linares . Chile . 1971
azul.es sueños habitados
Tal vez alguien me esté soñando
Por eso los gestos
Me salen tan blandos
Indefinidos,
A medio camino
Olvido la ruta,
Grotesco,
Cada segundo que pasa
Mis contornos se esfuman
Los hechos se me vuelven inciertos
Tal vez aquel que me sueña,
Sobresaltado, de cuando en cuando
Despierta,
Y a la fuerza retoma su propia vida
Verdadera,
Por eso, a veces, me oscurezco
Y pendo como de un hilo de nieve
Que se derrite,
Sin poder saber
Si aquel que me sueña se dormirá alguna vez,
Si alguna vez me será dado que algo
me ocurra.
Ana Blandiana
. Ana Blandiana Timișoara . Rumania . 1942
Versión: S. Teillier
... Imagen . Katia Chausheva
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