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Y te despego del álbum de tus baratijas
y te encolo con mi saliva
para que permanezcas
apaciguado bajo mi piel
en mis rescoldos
y te desmonto del yeso y la madera
hecho lienzo de perfumes
y te arranco del libro de los poemas
(hoja adorada que los hongos devoran
por falta de sol y mieles)
y te devuelvo
así estés siempre tan lejos
poseído
en los aceites de mi piel
en las secreciones
en los instantes que huyen
hacia tus cabellos
en los sudores que recorren
mi espalda
en los profundos olores de la carne.



María Antonieta Flores





María Antonieta Flores . Caracas . Venezuela . 1960




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