la emoción de la vida en el tiempo irreversible

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"Dejar de ver es concretar el tiempo cuya visualización es una ilusión eterna."


Roman Opalka.



Roman Opalka nació en Francia. Su infancia estuvo marcada por la inestabilidad de la situación política europea. Antes de iniciarse la segunda Guerra Mundial, tras su carrera de litógrafo, entre 1951 y 1956 estudió pintura, grafismo y escultura en la Academia de Bellas Artes de Lodz.
Si Opalka habia abordado con anterioridad en diversas series de obras el fenómeno del tiempo, a partir de 1965 -año de comienzo de su proyecto titulado 1965/-∞- se consagró exclusivamente a su representación pictórica. A diferencia de On Kawara, en cuya Today Series el presente ocupa una posición singular, Opalka parece interesarse mas por una representación del flujo temporal que transcurre de una manera homogénea.

La concepción de su serie Infinity Paintings, o pinturas del infinito, se basa en el principio elemental de la progresión. En 1965 termina su primer cuadro, titulado 1965/-∞ (Detail 1-35327), que comienza con la cifra 1 en blanco sobre fondo negro e la parte superior izquierda para continuar sumando unidades en series numéricas superpuestas hasta alcanzar la cifra 35.327.
El siguiente cuadro de la serie -Opalka concibe cada cuadro en el sentido de una cifra- enlaza con el primero con la cifra 35.328 colocada en la parte superior izquierda, y así sucesivamente.

Todos los cuadros tienen el mismo tamaño y están pintados con la misma técnica. Opalka solo volvía a impregnar su pincel de pintura cuando las cifras empezaban a resultar ilegibles.

A principios de los años setenta Opalka decidió incrementar en un 1% de cuadro la proporción de color blanco, de modo que los fondos, inicialmente negros, terminaron siendo grises. Esta manera de proceder daba lugar, al menos teóricamente, a que las cifras de un día se fundiesen indisolublemente con el fondo blanqueado del cuadro.

Opalka acompañó cada cuadro con una grabación magnetofónica, en la que enumeraba en polaco, su lengua materna, las cifras que iban apareciendo en la tela. Además al término de su jornada laboral realizaba un autorretrato fotográfico. En 1998 el artista, que todavía continúa trabajando sin interrupción en su serie 1965/-∞, llegaba a la cifra de cinco millones. Son mas de 200 los cuadros que documentan el constante paso del tiempo vinculado a su biografía, que en el proyecto se guarda metafóricamente para la posteridad. La acción continuada de pintar/contar, es decir, el acercamiento al infinito establece un fuerte contraste con el envejecimiento progresivo del artista y con el hecho insoslayable de su mortalidad.





Arte Conceptual.  Daniel Marzona .  Roman Opalka




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