-Eres única -musité cuando pude recobrar el aliento.
-Lo sé -me respondió-. Es lo que ocurre cuando mis orejas están liberadas.
Varios de los clientes del restaurante se volvieron hacia nosotros, y fijaron sus ojos en ella, sin ningún recato. Un camarero que había acudido para servir más café, no acertaba a verterlo en las tazas. Todo el mundo se quedó con la boca abierta. Únicamente los carretes del magnetófono seguían girando sin prisas desde la consola del equipo estereofónico.
Ella sacó de su bolso un cigarrillo mentolado. Yo, la mar de atolondrado, le ofrecí fuego con mi encendedor.
-Me gustaría acostarme contigo -dijo.
Así fue como empezamos a dormir juntos.
Haruki Murakami
La caza del carnero salvaje
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. . Haruki Murakami . Kioto. Japón . 1949
Versión . Gabriel Álvarez Martínez
... Imagen . Zhang Ahuei
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