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fotograma del film 2046 


 
 
"2046 es la historia de un hombre que se inventa a diferentes mujeres para no olvidar a la única que amó"


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Wong Kar-wai. Nacido en Shanghai, emigró a los cinco años a Hong Kong. Proveniente de la China Continental y hablando sólo mandarín y dialecto shanghainés, pasó por un difícil periodo de adaptación al cantonés que se habla en Hong Kong, por lo que pasaría horas en los cines junto a su madre.
El actual estilo artístico y nostálgico de Wong tomó forma durante su aprendizaje con Alan Tang Kwong-Wing, quien invertiría en la primera película, As Tears Go By (1988).
La carrera de WKW despegó cuando dirigió Days of Being Wild (1990).

Entre las influencias del cine de WKW está la de la literatura del argentino Manuel Puig. “A Manuel Puig lo leí cuando estaba en el instituto”, explica. “Me inspiró su manera de contar las historias, no el contenido sino la forma. Yo apenas utilizo un guión, tomo notas y luego hablo mucho con los actores, de la película y de la historia que quiero contar. En la literatura de Puig hay algo indefinible que me gustaría transmitir con mi cine.”
La influencia latina va más allá y en 2046, como ya ocurría en Fa yeung nin wa, suena música latina de los años sesenta. “Bueno, para mí es algo muy natural: en los años sesenta, en los bares y night clubs, las bandas que actuaban eran siempre de filipinos. Ellos introdujeron en Oriente la música latina. Cuando llegué a Hong Kong tenía cinco años, y lo primero que me impresionó fue la música y los sonidos de la ciudad. Cuando era niño no sabía qué era un bolero, pero ya entonces me fascinaba. "Yo los encontraba divertidos, y el ritmo me gustaba mucho. La música latina es muy creativa.” Wong Kar Wai dice que los espectadores de sus películas bailan con la pantalla: “La manera de utilizar la música en mis películas es muy impresionista. Cada capítulo o cada historia tienen su propia banda sonora. Yo a los espectadores les propongo un baile, un baile en el que deben saber cuándo cambiar de pareja y moverse alrededor de unos y otros”.
“Aunque pueda parecerlo, yo no tengo una mirada pesimista sobre el hombre”, agrega el director. “Es verdad que mis personajes están terriblemente solos, pero quieren dejar de estarlo. Buscan desesperadamente algo, lo malo es que lo que buscan ya pasó. Ahí surge la nostalgia, la culpa y el dolor. Resultaría aburrida una película sobre un hombre y una mujer que se aman y se conocen en el momento preciso y son felices. ¿A quién le importa eso? Nosotros queremos saber qué les ocurre a esas personas que no se encuentran nunca, que sobreviven sabiendo que en realidad para ellos sólo existió aquel amor.”
 
 
 
 
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