golpe.ando las puertas del alma

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"Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma"



Julio Cortázar

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¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?

Palabra de Borges


Alma o ánima (del latín anima) se refiere a un principio o entidad inmaterial e invisible que poseerían algunos seres vivos cuyas propiedades y características varían según las diferentes tradiciones y perspectivas filosóficas.

Etimológicamente la palabra del latín anima se usaba para designar el principio por el cual los seres animados estaban dotados de movimiento propio. En ese sentido originario tanto los animales como los seres humanos estarían dotados de alma.
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Los avances en la fisiología y neurología permitieron reconocer que los seres animados obedecen al mismo tipo de principios físicos que los objetos inanimados.
El término aparece también en la visión antropológica de numerosos grupos culturales y religiosos.




Estoy mirando, oyendo,
con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma en la tierra,
y con las dos mitades del alma miro el mundo.

Pablo Neruda
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El alma resiste mucho mejor los dolores agudos que la tristeza prolongada.

Jean Jacques Rousseau


Posteriormente, posiblemente por influencia oriental, se comenzó a creer que hay en cada hombre una realidad de orden divino, la cual ha preexistido al cuerpo y perdurará tras la muerte y corrupción del cuerpo. Representantes de esta nueva tendencia son el orfismo, Pitágoras o Empédocles. El alma puede entrar en el cuerpo y salir de él, sin identificarse nunca completamente con el cuerpo, que puede ser concebido como una especie de cárcel, o sepulcro, del alma. La misión del hombre es liberar su alma por medio de la purificación o de la contemplación.
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Platón recogió estas ideas, defendiendo un dualismo casi radical del cuerpo y el alma. El alma aspira a liberarse del cuerpo para regresar a su origen divino y vivir entre las ideas, en el mundo inteligible. El conocimiento es reminiscencia, pues el alma recuerda las ideas que había contemplado puramente en su vida anterior.
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Para Aristóteles el alma es la causa o fuente del cuerpo viviente: "si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma, pues la vista es la sustancia o forma del ojo". El alma es el ser y principio de los seres vivientes, por cuanto esos ser y principio consisten en vivir. En el caso del alma humana, el modo de operación principal es la racional, que distingue esta alma de otras en el reino orgánico.






Las representaciones primitivas del «alma» son muy varias, pero se destacan tres rasgos comunes a muchas de ellas. El alma es concebida a veces como un soplo, aliento o hálito, equivalente a la respiración; cuando falta tal aliento, el individuo muere.
A veces es concebida como una especie de fuego; al morir el individuo, este «fuego»
–que es el «calor vital»– se apaga.
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A veces, finalmente, se concibe como una sombra, presentida o de algún modo «entrevista» durante el sueño. En los dos primeros casos, el alma es más bien como un principio de vida; en el último caso, más bien como una «sombra o un simulacro».
La idea del alma como aliento, hálito, exhalación, soplo, etc., es acaso la más común.
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Los términos usados para designar tal «alma» en diversas culturas muestran cuán difundida se halla esta idea. Así, en los vocablos nefesh (hebreo), nefs (árabe), atman (sánscrito), pneuma (griego), animus y anima (latín), todos los cuales significan de un modo o de otro «aliento», aun cuando luego vayan adquiriendo el significado de un cierto principio o de una cierta realidad distintos del cuerpo.
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Puede decirse que la idea del «alma» se va precisando –y, si se quiere, purificando– a medida que los términos empleados para referirse a ella tienden a describir menos un principio vital general que una especie de «doble» propio de cada uno de los hombres. Por este motivo, las primeras especulaciones filosóficas acerca del alma se conjuran principalmente en torno a la idea del «simulacro» o «fantasma» del viviente, «simulacro» o «fantasma» que puede salir o alejarse del viviente (y aparecer en sueños) inclusive durante el curso de la vida.







Abrí la puerta/amor mío
levantá/abrí la puerta
tengo el alma pegada al paladar
temblando de terror.

Juan Gelman
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Fuente . Wiki
Voltaire. Sobre el alma




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