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me tocan la mujer
siembran cayena
debajo de mi falda
encendiendo la sangre
para que recuerde y sepa
esparce adrenalina
en el plenilunio de mis sábanas
mi espalda es su templo
el centro de su mandala.
crucifica mis manos
en el baldaquino de la cama
reza plegarias en mi oído
- siempremuchotodotanto-
él es tierra santa