Le Christ et la femme adultère
The Metropolitan Museum of Art.New-York
Le Christ et la femme adultère
Bayerische Staatsgemäldesammlungen. Munich.Allemagne
Le Christ de douleurs entre la Vierge et saint Jean-Baptiste
Hambourg.Kunsthalle. Allemagne
Ambos están convencidos de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
Wislawa Szymborska
Ella cree realmente en la maravilla.
Cree en la semilla
y en el árbol.
Dejémoslo así.
Clemencia pido ahora.
Son muy pocos los seres efímeros.
Dejemos que alguien crea
por todos nosotros.
Pilar Adón
.. Pilar Adón. Madrid. España . 1971
Hay días que bordeo el abandono
ese tacto finísimo
de una despedida sin palabras.
Esa huida fugaz
de sombras sigilosas
por el atardecer.
Bordeo tantas cosas cada día
que me asusta
mi afición a los abismos,
ese anhelo que tengo
por buscar una puerta
en los espacios sin entrañas.
Ana Merino
.
Encontré un periódico de hace veinte años,
de la semana que nos separamos. Todo estaba
escrito en él, salvo la separación.
Tú me enterrarás.
Tú me enterrarás.
Cosas así decíamos entonces
con las mejillas unidas y alejados de la muerte.
A veces me olvido y paso por calles
que ya no son nuestras, abro postigos
con calma. “No se vayan, sólo he salido
a comprar”. O voy a casas
a preguntar, como se hacía antes: ¿Ha venido?
Cada año ha venido. El año que viene vendrá.
Y mirada hacia atrás que dura años,
y mano en la frente como antaño.
Estoy ardiendo.
Estoy ardiendo.
Cosas así decíamos entonces.
Bastaba con que uno ardiera
para prender con su fuego al otro
el resto de su vida.
Yehuda Amijái
¿Cómo te va la vida con otra?
Más fácil, ¿verdad?
Golpe de remo. ¿Cuándo -¿pronto?-
por un puente seguro se alejó de ti el recuerdo
de mí, una isla que flota?
(En el cielo, no en el agua.) Almas. No amantes,
sino hermanas son nuestras almas.
¿Cómo te va junto a una simple mujer? ¿Sin divinidad alguna?
Tras haber derrocado a tu reina (tú mismo privado del trono)
¿cómo vives? ¿te preocupas?
¿te enfadas? ¿Cómo estás al levantarte? Con ésa que te ha atado al cuello
su tributo inmortal, el tedio,
¿cómo te va, pobrecito mío?
"-Estoy harto de convulsiones, de dolor: voy a agenciarme un hogar."
¿Cómo te va con cualquiera,
a ti, que fuiste elegido por mí?
¿Es la comida más comestible?
y si te cansa, mala suerte.
¿Cómo puedes vivir con un idolillo, tú, digno antes del Sinaí?
¿Cómo vives con ésa, tan distinta a nosotros?
¿Una extranjera, costilla de tu pecho?
¿ La vergüenza, ese azote de Zeus,
aún no te ha herido la frente?
¿Cómo te va la vida? ¿Estás sano? Y las musas, ¿te llaman aún a veces?
Y la dicha,
¿Se hace ver? ¿Alguna vez? ¿Y esa llaga inmortal -la conciencia- qué, mi pobre?
¿Cómo vives con un producto
del mercado? ¿Pesa mucho?
Tras el mármol de Carrara,
¿Cómo te va con una prótesis de yeso?
Del mismo bloque tallamos a Dios, para romperlo acto seguido.
¿ Va bien una cienmilésima,
para ti, que conociste a Lilit?
¿ Estás ya harto de esa mercadería novedosa? Cansado de mi magia
¿Cómo te va con una mujer terrestre que carece de sextos sentidos?
Venga, con franqueza ¿Sois felices? ¿No?
¿Cómo se vive en un abismo sin profundidad amor mío?
Cuesta, ¿verdad?
¿Te cuesta tanto como a mí con otro?
Marina Tsvietáieva