ofrendar el cuerpo

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He bebido las aguas
del Shu – Am
como si no estuvieran
contaminadas.
A orillas
del río silencioso
crecen flores amargas
sobre las que he descansado,
leyendo.
Y no he pecado
sino
lo necesario.



Susana Cabuchi



. Susana Cabuchi . Córdoba . Argentina. 1948
... Imagen  . Mónica Merlo





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los días de tristeza

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Buenos Aires, cualquier día del sexto mes de 2010



No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.

Se disuelve en el aire el llanto roto,
al pie de las estatuas
recupera la hiedra
y tu mano me busca
por la piel de tu vientre
donde duermo extendido.

El pensamiento melancólico
se tiende, cuerpo, a tus orillas,
bajo el temblor del párpado, el delgado
fluir de las arterias,
la duración nocturna del latido,
la luminosa latitud del vientre,
a tu costado, cuerpo, a tus orillas,
como animal que vuelve a sus orígenes.




José Ángel Valente


. José Ángel Valente . Ourense. España . 1929 - Ginebra.  Suiza  . 2000
. Imagen  . Jan Scholz


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mi alma ahora

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sutil1

Días en que una palabra lejana se apodera de mí.
Voy por esos días sonámbula y transparente.
La hermosa autómata se canta, se encanta,
se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos
donde me danzo y me lloro en mis numerosos funerales.
(Ella es su espejo incendiado, su espera en hogueras frías,
su elemento místico, su fornicación de nombres
creciendo solos en la noche pálida.)



Alejandra


.  Alejandra Pizarnik .  Buenos Aires .  Argentina  1936 . 1972
...  Imagen . Demis Herber
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yo no sé que me hicieron tus ojos V







Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.
Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.
Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.



Julio Cortázar
Rayuela . Capítulo VII



Julio Cortázar. Bruselas . Bélgica  1914 .  París .  Francia . 1984 
Foto . Luciana Marti
 
 
 
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hilandera

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Ella tiene los pies como Marilyn Monroe
y una tierna indefensión
en los hombros.
Están en una sala
y la ventana descorre sus cortinas
a un atardecer boscoso,
pero es como si fuera
una esfera de cristal.
No se miran.
Él la mira a ella. Ella a lo lejos.
Hace ya mucho tiempo que él la había soñado
como un aire de cigüeñas,
una luz,
y ahora estaba allí.



Olvido García Valdés




.  Olvido García Valdés . Asturias. España . 1950
... Imagen.  Tamara Dean




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፸፸ (tírame una teoría)


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Buenos Aires a los  veintidos días de junio del 2017








La mecánica cuántica describe el mundo de lo infinitamente pequeño, explicando las interacciones tan singulares que actúan a escala de las partículas. La teoría de la relatividad general establecida por Einstein, se aplica a lo infinitamente grande. Unifica el espacio y el tiempo en una única entidad (el espacio-tiempo), cuya deformación explica la gravitación universal entre los grandes objetos galácticos y estelares del Universo.

El mayor desafío de la física actual, es establecer un puente de unión entre estos dos enfoques, y formular una nueva teoría unificada, a la que los científicos han atribuido ya la denominación fusionada de “gravedad cuántica”.
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La teoría de las cuerdas se basa en el hecho de que, en el mundo cuántico, todo es “borroso”. ¿Qué significa esto?. Supongamos que hacemos un zoom cada vez mayor en una foto. En un momento dado, ya no se verá la imagen sino solamente entidades imprecisas (negras, blancas o coloreadas) análogas a lo que las tecnologías digitales designan con el nombre de “píxeles”.

Así, para combinar la teoría de la relatividad general (que describe el espacio y el tiempo) con el principio cuántico (según el cual las cosas se hacen borrosas a muy pequeñas escalas), es mucho más realista no considerar las partículas como puntos perfectamente definidos. La teoría de las cuerdas permite dar cuenta de su naturaleza intrínsecamente borrosa, describiéndolas como especies de pequeñas cuerdas (objetos en una dimensión) en lugar de puntos perfectos (objetos en “cero dimensión”).

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Este enfoque es apasionante ya que, si se asemeja la noción de partícula a una cuerda, se puede utilizar un enfoque matemático que permita aplicar las ecuaciones de la relatividad general de Einstein, sin tener la necesidad de elaborar ninguna hipótesis adicional. Cuando los físicos se dieron cuenta de esta posibilidad, hace unos treinta años, comprendieron que tenían una pieza importante del puzzle, susceptible de combinar la relatividad general con la mecánica cuántica. Se trataba de una nueva forma de considerar la teoría de Einstein.

La teoría de las cuerdas constituye actualmente un magnífico edificio matemático, con hermosas ecuaciones que permiten predecir la existencia de nuevas partículas que nadie ha observado aún. El desafío ahora es sustentar tales predicciones con experiencias que confirmen la validez de las mismas.
Por primera vez en la historia de la física tenemos un marco con la capacidad de explicar cada característica fundamental sobre las que está construido el universo. Por este motivo a veces se decribe a la teoría de cuerdas como la posible “teoría del todo” (theory of everything”, T.O.E.) o bien la teoría “última” o “final”.

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En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts'ui Pên, opta "simultáneamente" por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también proliferan y se bifurcan .

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Palabra de Borges
El jardín de senderos que se bifurcan
Ficciones. 1944
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. Fuente. El universo elegante .  Brian Greene
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saudade

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Puedo unir con mi lengua 
cada ciudad de tu piel 
decir de memoria
la distancia entre tus pechos
las aduanas de tu boca
cada esquina de tus ojos.

Puedo recitar sin partitura
el largo y ancho de tus piernas
tu cintura y su calor
el profundo cielo de tus manos.

Recorrer tu cuerpo cuando quiera
del derecho y del revés
de noche y de día
aunque ya no estés.

Puedo subirme
a su oleaje en tardes de lluvia
a su brillo impar de madrugada
al cuenco que ofrece en la siesta.

Puedo todo esto sin tenerte
sin mayor esfuerzo
aún con cristales en mis ojos
que no empañan tu recuerdo
ni toda tu importancia.


Alfredo Palacio.



. Alfredo Palacio . Buenos Aires .  Argentina . 1949
... Imagen . Katia Chausheva



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frémissant

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Buenos Aires, segundo lunes del sexto mes de 2010







Sentir la vida en tu piel
percibir la redondez del mundo
y echar a volar
la mariposa
que oculta duerme
en la noche callada
de mi cuerpo.


María Isola Salazar


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  . María Isola Salazar  . Túquerres  . Colombia, 1952
.. Imagen . Jan  Dalter






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Me fui a mi cuarto, envenenada. Soplaba incesante el mistral, seco y cálido.
Así llevaba días, desde que llegué. Destrozaba mis nervios. No pensé en nada. Me sentía dividida, esa división me mataba, la lucha por sentir la alegría, una alegría inalcanzable. La irrealidad opresiva. De nuevo la vida retrocediendo, eludiéndome. Tenía al hombre que amaba en mis pensamientos; lo tenía en mis brazos, en mi cuerpo. El hombre que busqué por todo el mundo, que marcó mi niñez y me perseguía. Había amado fragmentos de él en otros hombres: la brillantez de John, la compasión de Allendy, las abstracciones de Artaud, la fuerza creativa y el dinamismo de Herny. ¡Y el todo estaba allí, tan bello de cara y cuerpo, tan ardiente, con una mayor fuerza, todo unificado, sintetizado, más brillante, más abstracto, con mayor fuerza y sensualidad! Este amor de hombre, por las semejanzas entre nosotros, por la relación de sangre, atrofiaba mi alegría. Y de este modo, la vida hacía conmigo su viejo truco de disolución, de pérdida de lo palpable, de lo normal. Soplaba el viento mistral y se destruían las formas y los sabores. El esperma era un veneno, un amor que era veneno.



Anaïs Nin




.Anaïs Nin . Neuilly-sur-Seine . Francia . 1903 . Los Ángeles . EEUU .1977
Versión . José Luis Fernández-Villanueva Cencio



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agua.fuerte

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"...Te supe frágil y desnudo,
tan frágil eras, tan desnudo
que se quebró tu sombra al respirar...."


Chantal Maillard




..... Chantal Maillard . Bruselas .Bélgica . 1951
. ....    Foto .  Cristóbal Escanilla 
 
 
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lápiz partido

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Sentado junto a la ventana,
A través de los cristales, empañados por la nieve,
Veo su adorable imagen, la de ella, mientras
Pasa... pasa... pasa de largo.

Sobre mí, la aflicción ha arrojado su velo:-
Una criatura menos en este mundo
Y un ángel más en el cielo.

Sentado junto a la ventana,
A través de los cristales, empañados por la nieve,
Pienso que Veo su imagen, la de ella,
Que no pasa ahora... que no pasa de largo.


Fernando Pessoa



  . Fernando Pessoa . Lisboa . Portugal . 1888 . 1935
    Versión . Rafael Díaz Borbón
... Imagen . Silvia Turredon.




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***Î***

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La calle, estrecha y húmeda
la ocupan estos trastos:
un sofá roto y una vieja lámpara,
la nevera oxidada y dos colchones
que alguien ha apoyado en la pared.
Es todo cuanto queda de un desahucio.

Son restos del futuro.
A menudo se ven por estas calles,
y sin embargo hoy piensa que, quizá,
son restos de sí mismo lo que ha visto.
Entonces vuelve la cabeza: un gato,
encaramado en el sofá, le mira
como ella antaño con sus ojos verdes.

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Joan Margarit


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.   Joan Margarit  .  Lérida . España . 1938
...  Foto. Stefany Alves




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¿puedo?

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puedo tocar dijo él
(voy a gritar dijo ella
una vez sola dijo él)
es divertido dijo ella

(puedo acariciar dijo él
cuánto dijo ella
mucho dijo él)
por qué no dijo ella

(vamos dijo él
no muy lejos dijo ella
qué es muy lejos dijo él
donde estás vos dijo ella)

puedo quedarme dijo él
(quedarte cómo dijo ella
de esta manera dijo él
si me besás dijo ella

puedo moverme dijo él
será amor dijo ella)
si vos querés dijo él
(me estás matando dijo ella

así es la vida dijo él
pero tu esposa dijo ella
ahora sale dijo él)
entonces dale dijo ella

(en puntitas de pies dijo él
así así no parés dijo ella
no no pará dijo él)
dale aguantá dijo ella

(uy acabo dijo él
uy uy uy uy dijo ella)
¡amor mío! dijo él
(ya sos mío dijo ella)




e.e. cummings


.  . e.e. cummings . Cambridge . Estados Unidos . 1894 . North Conway . Estados Unidos . 1962
    Versión . Ezequiel Zaidenwerg





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sin la luz de tu mirada (recurriendo a Barthes)

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Espero una llegada, una reciprocidad, un signo prometido. Puede ser fútil o enormemente patético. Todo es solemne: no tengo sentido de las proporciones.
Hay una escenografía de la espera: la organizo, la manipulo, destaco un trozo de tiempo en que voy a imitar la pérdida del objeto amado y provocar todos los afectos de un pequeño duelo, lo cual se representa, por lo tanto, como una pieza del teatro.
La espera es un encantamiento: recibí la orden de no moverme. La espera de una llamada telefónica se teje así de interdicciones minúsculas, al infinito, hasta lo inconfesable: me privo de salir de la pieza, de ir al lavabo, de hablar por teléfono incluso; sufro si me telefonean; me enloquece pensar que a tal hora cercana será necesario que yo salga, arriesgándome así a perder el llamado. Todas estas diversiones que me solicitan serían momentos perdidos para la espera, impurezas de la angustia. Puesto que la angustia de la espera, en su pureza, quiere que yo me quede sentado en un sillón al alcance del teléfono, sin hacer nada.
El ser que espero no es real. El otro viene allí donde yo lo espero, allí donde yo lo he creado ya. Y si no viene lo alucino: la espera es un delirio.



Roland Barthes
Fragmento de Discurso Amoroso



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. Roland Barthes . Cherburgo . Francia . 1915 . París . Francia . 1980 
 Versión . Alicia Martorell Linares
... Imagen . Katia Chausheva




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